El Juzgado de Primera Instancia de Abu Dhabi resolvió desestimar la demanda de una azafata que acusaba a una trabajadora de pedicura de causarle infecciones en un dedo del pie y exigió 100.000 dirhams como indemnización.
Los registros del caso indicaron que la azafata fue al centro para una sesión de pedicura cuando tenía una uña encarnada y la trabajadora le cortó la piel. Entonces, la cliente le solicitó que se detuviera por el dolor insoportable que sintió pero la empleada siguió trabajando, lo que le provocó sangrado del dedo.
La demandante indicó que acudió al médico, por el dolor continuo, y que le recetó un antibiótico para las infecciones y un descanso de tres días, pero la condición de su pie empeoró, por lo que el doctor le aconsejó que se sometiera a una cirugía para extirpar la piel alrededor de la uña.
La azafata siguió el tratamiento y se le extirpó la uña encarnada bajo anestesia local, lo que le afectó como auxiliar de vuelo, y la naturaleza de su trabajo al requerir estar de pie y un movimiento constante, por lo que tuvo que dejar su empleo por dos semanas.
El letrado del centro de belleza pidió desestimar el caso por falta de pruebas y desconocimiento de los hechos y el tribunal falló rechazando el caso y obligando a la azafata a pagar los honorarios y gastos judiciales.
