Un insólito encuentro con la vida marina tuvo lugar el pasado sábado en Bahía El Águila, situada cerca del faro de San Isidro, en el Estrecho de Magallanes, cuando una ballena jorobada se tragó temporalmente a un joven y lo liberó ileso, un incidente que fue inmortalizado en vídeo por su padre.
Adrián Simancas, quien se encontraba realizando kayak junto a su padre, Dell, recibió el susto de su vida cuando la imponente criatura emergió del agua y lo engulló junto a su kayak amarillo durante unos instantes antes de soltarlo nuevamente. "Mantén la calma, mantén la calma", se escucha en el vídeo a Dell mientras su hijo luchaba con el shock del inesperado acontecimiento.
"Pensé que estaba muerto", expresó Adrián en una entrevista con The Associated Press. "Pensé que me había comido". En sus declaraciones, el joven describió el pavoroso momento como uno de terror absoluto, señalando que su verdadero miedo llegó al volver a la superficie: temía que el animal pudiera lastimar a su padre o que él mismo sucumbiera a las frías aguas de la región.
A pesar de la angustia, Dell mantuvo la compostura, grabando la escena mientras alentaba a su hijo. "Tenía miedo de que algo le pudiera pasar a mi padre también, de que no llegáramos a tiempo a la orilla o de que me diera hipotermia", añadió Adrián, al relatar cómo tras breves momentos en el agua logró alcanzar el kayak de su progenitor y recibir asistencia.
Ambos lograron regresar a la orilla sin lesiones. El Estrecho de Magallanes, a unos 3.000 kilómetros al sur de Santiago, es conocido por su belleza escénica y actividades de aventura, aunque también presenta desafíos por sus gélidas aguas. A pesar de que los encuentros entre ballenas y humanos son excepcionales, la preocupación por las colisiones de estas majestuosas criaturas con embarcaciones ha ido en aumento en los últimos años, reflejando un preocupante problema ambiental en la región.