Una banda asiática de cuatro miembros le arrebató 20.000 dírhams a un compatriota, al utilizar la fuerza física y amenazas de más violencia para acceder al vehículo de la víctima.
El Tribunal Penal de Dubai declaró culpables a los acusados y les impuso una pena de un año de prisión, una multa igual a la cantidad robada y la deportación del país después de cumplir las condenas.
En marzo del año pasado, la víctima presentó una denuncia ante la policía en el Dubai Investment Park. En su declaración, dijo que había sido víctima de un asalto y robo, durante el cual sufrió una pérdida de 20.000 dirhams.
La víctima fue tomada a la fuerza por cuatro sujetos que ocultaban su identidad mediante el uso de mascarillas.
Estos individuos se acercaron a la víctima mientras conducía su vehículo después de salir de un centro de masajes pasada la medianoche, los cuatro sospechosos lo agredieron físicamente e intentaron sacarlo a la fuerza del vehículo.
Sin embargo, no tuvieron éxito, por lo que uno de los sospechosos lo inmovilizó mientras otro individuo le robaba 20.000 dirhams del bolsillo. Posteriormente, los sospechosos huyeron del lugar en un vehículo que se encontraba estacionado en el mismo lugar. La víctima intentó perseguir a los sospechosos, pero no lo logró.
Además, indicó que no pudo notificar el incidente a las autoridades en ese momento debido a su limitado dominio del inglés. En consecuencia, solicitó la ayuda de un amigo para que lo acompañara a la comisaría a la mañana siguiente para presentar una denuncia.
Según informó un agente policial, el equipo investigador recabó evidencias en la escena del delito, las cuales revelaron que el vehículo en cuestión había sido alquilado a nombre de un individuo que posteriormente había salido del país.
Con base en la información obtenida, los sospechosos fueron identificados y detenidos en una residencia alquilada por uno de ellos en la zona de Rashidiya. Durante el arresto, los agentes descubrieron armas y herramientas utilizadas en el ataque.
En la investigación, los imputados admitieron que habían perpetrado el crimen por instigación de uno de ellos, quien alegó que la víctima había causado un importante daño económico a uno de sus familiares.
A cambio de una suma de dinero, los instó a cometer el delito. Los hombres reconocieron haber robado 20.000 dírhams a la víctima y luego huyeron del lugar.