La Corte de Delitos Menores de Dubai suspendió el caso de un joven acusado de vender alcohol ilegalmente al exponer ante el juez que su confesión fue extraída mediante "tortura", mostrando presuntas señales de abuso en su brazo como evidencia.
El acusado, de 28 años, de Kazajstán, fue arrestado por una patrulla policial en Deira después de que lo encontraron en posesión de una caja que contenía licor.
Apareció ante el tribunal la semana pasada para enfrentar cargos de contrabando que él negó, argumentando que había comprado cerveza y whisky para una fiesta con algunos de sus amigos.
"No vendo alcohol. Estaba preparando una fiesta con mis amigos", alegó.
El juez preguntó al acusado sobre sus confesiones escritas a la policía y al fiscal. "Es verdad", dijo. "Confesé, pero solo después de que fui torturado".
Tras las preguntas del juez sobre la naturaleza de la tortura a la que había sido sometido, el acusado dijo: "Fui torturado al ser golpeado y recibir descargas eléctricas en el brazo".
Luego se arremangó la camisa y mostró el presunto indicio de abuso en su brazo derecho.
El juez ordenó la suspensión del caso y solicitó al fiscal que iniciara una investigación sobre el incidente y todos los oficiales involucrados.
El acusado fue remitido al laboratorio forense para un examen médico que aclare la causa de las lesiones encontradas en su brazo.
El caso se suspendió a la espera de los resultados de la investigación.
