2 de julio de 2025, 8:59
Un hombre de negocios paquistaní, identificado como el principal sospechoso en un ambicioso esquema de fraude sanitario, ha sido acusado por las autoridades federales estadounidenses. Se le atribuye la compra de una villa valorada en 10,6 millones de dírhams en un exclusivo campo de golf de Dubai con los fondos ilícitos obtenidos de su actividad delictiva.
El empresario, de 41 años y cuyo nombre no ha sido divulgado por razones legales, se enfrenta a múltiples cargos, incluidos conspiración para cometer fraude sanitario, tres cargos de fraude electrónico y lavado de dinero, según un comunicado de prensa emitido por la Fiscalía de los Estados Unidos en Arizona. Su implicación proviene de un plan que abarca un impresionante monto de 650 millones de dólares y se relaciona con al menos 41 clínicas de tratamiento de adicciones operadas en Arizona.
Las acusaciones señalan que el empresario era propietario de ProMD Solutions, una compañía radicada en Pakistán que supuestamente proporcionaba servicios de acreditación y facturación, pero que en realidad se dedicaba a enviar reclamaciones fraudulentas al sistema Medicaid de Arizona. Las clínicas, que deberían haber ofrecido tratamientos médicos genuinos, presentaron facturas por servicios que nunca fueron prestados o cuya calidad era extremadamente deficiente.
La Fiscalía alegó que muchos pacientes fueron reclutados de manera engañosa en refugios y reservas indígenas, creando así un volumen de reclamaciones artificialmente inflado. En total, se estima que el AHCCCS pagó aproximadamente 564 millones de dólares en base a estas reclamaciones fraudulentas.
El director de la División Criminal del Departamento de Justicia, Matthew Galeotti, condenó la estafa, señalando que "cada reclamación fraudulenta representa dinero extraído directamente del bolsillo de los contribuyentes estadounidenses". Este caso forma parte de una ofensiva federal más amplia que ha revelado hasta 15.000 millones de dólares en reclamaciones fraudulentas a nivel nacional.
El empresario, de 41 años y cuyo nombre no ha sido divulgado por razones legales, se enfrenta a múltiples cargos, incluidos conspiración para cometer fraude sanitario, tres cargos de fraude electrónico y lavado de dinero, según un comunicado de prensa emitido por la Fiscalía de los Estados Unidos en Arizona. Su implicación proviene de un plan que abarca un impresionante monto de 650 millones de dólares y se relaciona con al menos 41 clínicas de tratamiento de adicciones operadas en Arizona.
Las acusaciones señalan que el empresario era propietario de ProMD Solutions, una compañía radicada en Pakistán que supuestamente proporcionaba servicios de acreditación y facturación, pero que en realidad se dedicaba a enviar reclamaciones fraudulentas al sistema Medicaid de Arizona. Las clínicas, que deberían haber ofrecido tratamientos médicos genuinos, presentaron facturas por servicios que nunca fueron prestados o cuya calidad era extremadamente deficiente.
La Fiscalía alegó que muchos pacientes fueron reclutados de manera engañosa en refugios y reservas indígenas, creando así un volumen de reclamaciones artificialmente inflado. En total, se estima que el AHCCCS pagó aproximadamente 564 millones de dólares en base a estas reclamaciones fraudulentas.
El director de la División Criminal del Departamento de Justicia, Matthew Galeotti, condenó la estafa, señalando que "cada reclamación fraudulenta representa dinero extraído directamente del bolsillo de los contribuyentes estadounidenses". Este caso forma parte de una ofensiva federal más amplia que ha revelado hasta 15.000 millones de dólares en reclamaciones fraudulentas a nivel nacional.