29 de enero de 2025, 9:16
El Tribunal de Familia, Civil y Administrativo de Abu Dhabi ha dictado una sentencia en la que obliga a un hombre a pagar una compensación de 10.000 dirhams (aproximadamente 2.700 dólares) a una mujer, tras considerarlo culpable de insultos y calumnias cometidos a través de un correo electrónico enviado a la demandante.
En el contexto del juicio, la mujer había interpuesto una demanda inicialmente solicitando 150.000 dírhams como reparación por los daños materiales y morales que alegaba haber sufrido debido a las ofensas recibidas. Además, exigía el reembolso de los honorarios legales y los gastos acumulados durante el proceso judicial.
Durante la audiencia, la demandante expuso que, a raíz de los hechos, emprendió acciones legales que culminaron en una condena penal contra el acusador, quien fue multado con 5.000 dírhams en un fallo considerado definitivo. A pesar de ello, el apelado defendió su posición argumentando que no se habían demostrado los daños sufridos por la mujer y que él mismo padecía problemas de salud y psicológicos. En este sentido, presentó informes médicos y citas de atención psiquiátrica, rogando por el sobreseimiento de la demanda.
Sin embargo, el tribunal determinó que existían pruebas suficientes para concluir que el apelado había causado un evidente daño psicológico a la demandante, corroborado por la sentencia penal previamente dictada. En consecuencia, consideró pertinente imponer una indemnización de 10.000 dírhams, medida que busca reparar el sufrimiento psicológico ocasionado.
Este fallo subraya la importancia de la protección legal contra el acoso y los insultos en el entorno digital, enfatizando la responsabilidad de los individuos en sus interacciones electrónicas.
En el contexto del juicio, la mujer había interpuesto una demanda inicialmente solicitando 150.000 dírhams como reparación por los daños materiales y morales que alegaba haber sufrido debido a las ofensas recibidas. Además, exigía el reembolso de los honorarios legales y los gastos acumulados durante el proceso judicial.
Durante la audiencia, la demandante expuso que, a raíz de los hechos, emprendió acciones legales que culminaron en una condena penal contra el acusador, quien fue multado con 5.000 dírhams en un fallo considerado definitivo. A pesar de ello, el apelado defendió su posición argumentando que no se habían demostrado los daños sufridos por la mujer y que él mismo padecía problemas de salud y psicológicos. En este sentido, presentó informes médicos y citas de atención psiquiátrica, rogando por el sobreseimiento de la demanda.
Sin embargo, el tribunal determinó que existían pruebas suficientes para concluir que el apelado había causado un evidente daño psicológico a la demandante, corroborado por la sentencia penal previamente dictada. En consecuencia, consideró pertinente imponer una indemnización de 10.000 dírhams, medida que busca reparar el sufrimiento psicológico ocasionado.
Este fallo subraya la importancia de la protección legal contra el acoso y los insultos en el entorno digital, enfatizando la responsabilidad de los individuos en sus interacciones electrónicas.
