Un asiático fue sentenciado a cadena perpetua por el Tribunal Penal de Dubai tras ser declarado culpable de tráfico y posesión de sustancias psicotrópicas ilegales. En Emiratos Árabes Unidos, la cadena perpetua suele ser de 25 años de cárcel. Además, fue multado además con 200.000 dirhams y será deportado tras cumplir su pena.
El ciudadano malasio de 47 años fue arrestado por la Aduana de Dubai después de que se confiscaron dos envíos que ocultaban cantidades sustanciales de ketamina, un anestésico del que se abusa por sus propiedades alucinogénicas.
El caso se remonta al 15 de diciembre de 2023, cuando las autoridades aeroportuarias sospecharon de un envío procedente de Bélgica. Al inspeccionarlo, encontraron 2.892 gramos de polvo blanco ocultos en un filtro de agua.
Posteriormente, el 28 de febrero de 2024, llegó un segundo envío procedente de Sudáfrica, esta vez en forma de paquete con la etiqueta "Café, chocolate y dulces". Las inspecciones revelaron aproximadamente 3.638 gramos de polvo blanco oculto bajo polvo marrón en cuatro contenedores de plástico.
El análisis forense confirmó que la sustancia era ketamina.
El 19 de marzo de 2024, el acusado llegó a la sucursal de Aramex Al Zahra en Dubai para recoger el segundo envío. Fue detenido entonces por agentes de aduanas que lo acechaban.
Durante el interrogatorio, el acusado mostró un pasaporte de Singapur, que los agentes sospechaban que era falso. Tras más preguntas, admitió que el documento era falso y posteriormente mostró una copia de un pasaporte de Malasia.
Aunque el acusado negó su participación en el tráfico de drogas durante las audiencias judiciales, los funcionarios de aduanas presentaron testimonios de testigos y pruebas forenses. Los jueces condenaron al hombre a cadena perpetua y también le impusieron una multa de 200.000 dirhams. El caso está ahora en el Tribunal de Apelaciones.