8 de febrero de 2025, 21:48
Un conductor de una empresa de transporte de lujo ha sido condenado a un año de prisión tras ser declarado culpable de agredir sexualmente a una pasajera en Dubai. El caso se remonta a abril del año pasado cuando una residente europea reservó un viaje a casa desde un hotel en Business Bay.
Los registros del Tribunal Penal de Dubai revelaron que el acusado, de nacionalidad asiática, desvió su ruta hacia una zona aislada y poco iluminada, donde perpetró la agresión. La mujer, cuya edad no fue divulgada, declaró a los investigadores que había bebido y que solicitó el servicio de transporte aproximadamente a las 21.00 horas desde el hotel de cinco estrellas.
Durante el trayecto, el conductor detuvo el vehículo y obligó a la víctima a bajarse, llevándola a un área arenosa donde la agredió. "Me dejó allí y no recuerdo todo lo que pasó. Solo me acuerdo de partes", relató la afectada en los registros judiciales. Tras el suceso, la europea logró regresar a un edificio cercano, donde tomó otro taxi para llegar a su hogar y finalmente se quedó dormida.
Al día siguiente, al recordar fragmentos del incidente, contactó a las autoridades para denunciar la agresión. Posteriormente, fue sometida a un examen médico forense y el conductor fue citado para un interrogatorio. La víctima identificó al acusado durante un reconocimiento en la comisaría.
En su defensa, el conductor negó las acusaciones y argumentó que las diferencias lingüísticas habían llevado a malentendidos durante su declaración. Sin embargo, la evidencia forense corroboró el testimonio de la mujer. Finalmente, el tribunal dictó una sentencia de un año de cárcel, seguida de la deportación del país.
La condena resalta la importancia de abordar los delitos de violencia sexual en la región, así como el compromiso de las autoridades en la protección de las víctimas.
Los registros del Tribunal Penal de Dubai revelaron que el acusado, de nacionalidad asiática, desvió su ruta hacia una zona aislada y poco iluminada, donde perpetró la agresión. La mujer, cuya edad no fue divulgada, declaró a los investigadores que había bebido y que solicitó el servicio de transporte aproximadamente a las 21.00 horas desde el hotel de cinco estrellas.
Durante el trayecto, el conductor detuvo el vehículo y obligó a la víctima a bajarse, llevándola a un área arenosa donde la agredió. "Me dejó allí y no recuerdo todo lo que pasó. Solo me acuerdo de partes", relató la afectada en los registros judiciales. Tras el suceso, la europea logró regresar a un edificio cercano, donde tomó otro taxi para llegar a su hogar y finalmente se quedó dormida.
Al día siguiente, al recordar fragmentos del incidente, contactó a las autoridades para denunciar la agresión. Posteriormente, fue sometida a un examen médico forense y el conductor fue citado para un interrogatorio. La víctima identificó al acusado durante un reconocimiento en la comisaría.
En su defensa, el conductor negó las acusaciones y argumentó que las diferencias lingüísticas habían llevado a malentendidos durante su declaración. Sin embargo, la evidencia forense corroboró el testimonio de la mujer. Finalmente, el tribunal dictó una sentencia de un año de cárcel, seguida de la deportación del país.
La condena resalta la importancia de abordar los delitos de violencia sexual en la región, así como el compromiso de las autoridades en la protección de las víctimas.