Una mujer nacional de un país del Consejo de Cooperación del Golfo presentó una demanda contra su madre, exigiéndole que devolviera el coche que le había prestado y que pagara el valor de las infracciones de tráfico que cometió.
La demandante es la propietaria del vehículo que le prestó a su madre para que lo usara, y no un regalo como afirmó la madre.
El Tribunal Civil del emirato de Ras Al Khaimah dictaminó que la madre debe devolver el coche a su hija y le ordenó pagar los 9.600 dirhams por las infracciones de tráfico.
La hija afirmó que entregó su coche a su madre para que lo usara, pero lo manejó de manera imprudente y no le importaron las violaciones que cometió por las que le impusieron multas por valor de 9.600 dirhams en total en seis meses.
Las multas estaban registradas a nombre de la hija por que el vehículo era de su propiedad.
La demandante explicó que había intentado de manera amistosa resolver el problema pero al no conseguirlo debió entablar una demanda para obligarla a devolverle el coche y saldar las multas.
Por su parte, la demandada declaró que ella era la propietaria real del automóvil, pero la demandante se negó a transferirle la propiedad y solicitó al Tribunal que recurriera al juramento decisivo sobre la propiedad del coche.
