Una empleaa de 32 años asfixió a su bebé recién nacido, que se cree fue el resultado de una relación ilícita, con un trozo de tela en la boca minutos después de que naciera. El Tribunal Penal de Dubai juzga a la empleada filipina que en la mañana del 16 de septiembre de este año fue a la casa de la hermana de su patrocinador en el área de Al Qusais en Dubai.
La hermana del patrocinador, una azafata de 36 años, señaló que la vio muy pálida y cansada. "Le pregunté qué le pasaba, me dijo que tenía su período y que no se sentía bien". La filipina se excusó para ir al baño y se quedó en él por unas dos horas, tiempo durante el cual la hermana llamó a la puerta para ver cómo estaba.
"No quiso abrir, solo dijo que estaba mal y que saldría pronto". Cuando lo hizo, llevaba una bolsa de plástico que colocó cerca de la puerta de la cocina antes de acostarse en la silla. Le ofrecí llevarla a un hospital, pero se negó rotundamente", declaró la azafata. Sin embargo, cuando la criada comenzó a sangrar profusamente alrededor de las 15.00 horas la mujer pidió una ambulancia, que llevó a la empleada a un hospital de Dubai donde se conoció que había dado a luz horas antes.
"La acompañé al hospital junto con mi esposo y hermana. Poco después de su ingreso, el médico salió y nos dijo que estaba sangrando después de dar a luz", dijo la azafata. La policía fue notificada y se envió una patrulla al departamento de Al Qusais.
"Empezamos a buscar en el apartamento para encontrar pruebas después de que nos dijeron que había dado a luz, vimos un rastro de sangre y descubrimos una bolsa de plástico. La abrimos y encontramos ropa de mujer ensangrentada. Debajo de la ropa, encontramos el cadáver de un bebé con un trozo de tela en la boca", explicó un teniente primero emiratí, de 37 años.
El cuerpo del bebé fue remitido a la morgue donde fue examinado y un experto forense confirmó que había sido asfixiado hasta la muerte. "El bebé nació sano y vivo, y el examen de su cuerpo reveló arañazos y hematomas en la cara, la nariz y el cuello, todos como resultado de la sofocación", alegó el experto forense, de 33 años.
Durante un interrogatorio policial, la acusada admitió haber quedado embarazada después de tener una aventura, pero no dijo con quién. No se divulgó en los registros cómo los patrocinadores de la mujer no detectaron el embarazo en los meses anteriores.
En el tribunal este miércoles por la mañana, la acusado admitió un cargo de homicidio premeditado. Afirmó haber presionando la cara del bebé después de meterle un trapo en la boca hasta que dejó de respirar.
La próxima audiencia será el 3 de enero, se designará un abogado defensor para la acusada después de que ella asegurara no poder permitirse contratar a su propio letrado.
