El Tribunal Penal de Dubai condenó a un hombre y una mujer africanos a tres años de cárcel seguidos de la deportación por cargos de trata de personas.
Los acusados engañaron a una mujer de su misma nacionalidad con el pretexto de conseguirle un trabajo. Pero después de que llegó la víctima, fue retenida en un apartamento que era una guarida de actividades inmorales con la ayuda de otros dos que aún están prófugos.
El caso se remonta a junio pasado cuando una joven africana presentó una denuncia ante una patrulla, que casualmente se encontraba en una calle de Dubai, a la que contó que fue detenida por africanos, quienes la violaron y la obligaron a realizar actividades indecentes.
Según la declaración de la víctima en las investigaciones, recibió una oferta de una amiga para trabajar como empleada doméstica para una familia de Emiratos Árabes Unidos y aceptó porque necesitaba dinero con urgencia para mantener a su familia.
Agregó que su amiga le envió un boleto de avión y dinero para gastos y la recibió en el aeropuerto antes de presentarle a una mujer africana, quien la mantuvo dentro de una habitación y le dijo que iba a vivir en el mismo apartamento con el fin de trabajar como prostituta y no como empleada de hogar.
Cuando la víctima rechazó su oferta, la mujer la agredió con la ayuda de su amiga y otras dos personas y le dijo que tendría que trabajar hasta saldar 20.000 dirhams.
La víctima afirmó que intentó escaparse del apartamento más de una vez con la ayuda de otras personas, pero la banda siempre la vigilaba.
Tres meses después, la víctima, con la ayuda de otra mujer, fingió estar enferma y tuvo que salir a comprar medicamentos. Le permitieron ir con un miembro de la banda pero logró escapar y consiguió llamar a un paisano, que se comunicó con los delincuentes para obtener el pasaporte de la víctima, pero fue atraído a un apartamento, donde lo retuvieron y lo asaltaron hasta que les reveló dónde estaba la víctima.
Uno de los sospechosos se dirigió a la dirección indicada e intentó llevarse a la joven y al hombre a otro apartamento. Mientras era transportada en un coche a la otra vivienda, la víctima vio una patrulla y pidió ayuda. Luego, el acusado escapó, pero la policía lo atrapó y declaró dónde se hospedaba la mujer africana.
