La imagen de un residente saliendo de una de las clínicas situadas en la Healthcare City de Dubai con una gran maleta en su mano y una enorme sonrisa en su rostro muestra a las claras lo que se está viviendo en Emiratos Árabes Unidos (EAU), al igual que en otros países de la región del Golfo, con la llegada del gran puente con motivo del Eid al Adha: un éxodo masivo.
Mientras el residente enfilaba la puerta en la víspera del inicio de las celebraciones con motivo de la Fiesta del Sacrificio, una doctora española reconocía que hoy inicia un periodo de vacaciones que va a aprovechar para reunirse con su marido y su hijo en Cataluña, donde se encuentran desde hace mes y medio pasando el verano.
La actividad laboral en Emiratos Árabes quedó prácticamente paralizada el jueves al mediodía. Los empleados, tanto del sector público como del privado, tienen vacaciones hasta el martes 13 de agosto. Pero en muchos casos, dado que estamos en pleno periodo estival, el descanso se prolonga hasta después del fin de semana siguiente, es decir, hasta el domingo 18 de agosto.
Estas circunstancias son aprovechadas por decenas de miles de residentes para viajar a sus países de origen y reencontrarse con sus familias o para tomarse unas merecidas jornadas de ocio.
Prueba del éxodo al que estamos asistiendo es que hoy, viernes 9, va a ser el día más transitado del año en las salidas desde la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Dubai con cerca de 100.000 pasajeros.
Este gran movimiento vacacional comenzó ayer, 8 de agosto, por la noche y continuará hasta mañana, 10 de agosto. En total serán 372.000 pasajeros los que utilicen la aerolínea Emirates al viajar desde Dubai a distintos puntos del planeta. A los que hay que sumar quienes empleen otras muchas compañías o salgan del país a través de carreteras o por vía marítima.
Ante esta situación, la recomendación general para los usuarios es que lleguen a los aeropuertos al menos tres horas antes de la salida de su vuelo, entre otras medidas.
Las fronteras terrestres con el Sultanato de Omán también se encuentran muy concurridas, especialmente la de Al Darah en Ras Al Khaimah, puerta de entrada a la península de Musandam.
Asimismo hay quien escapa del calor a través de la frontera de Hatta, que, junto a las de Al Ain, permite abrirse camino hacia Mascate, la capital omaní, a paradisiacas playas como las de Ras Al Jinz o, más al sur y ya cerca de la frontera con Yemen, a Salalah.
Lo bueno de encontrarse en pleno mes de agosto es que las carreteras se encuentran bastante despejadas, con lo que el tráfico es muy fluido en todas las direcciones. El único problema se encuentra en toparse con alguno de los frecuentes accidentes de circulación que se producen y verse implicado en el consiguiente atasco que se genera.
