Andrej Gardos, de apenas 19 años, falleció hace poco en Weston-super-Mare (Somerset, Inglaterra) al estallarle la vena aorta por consumo excesivo de esteroides. Este joven, de origen eslovaco, estudiaba informática y entrenaba dos veces al día para alcanzar la musculatura, la llamada «rocosidad», perfecta. Su corazón, luego de la autopsia, llegó a pesar 680 gramos, en oposición al peso común entre 400 y 500, afirman fuentes médicas y publica ABC.es. El fallecido alcanzaba los dos metros y los 120 kilos, afirman los mismos autores de la autopsia.
En ese sentido, se encontraron cuatro tipo de esteroides en su hogar de Somerset. Los esteroides dilataron su corazón, lo que forzó la ruptura de la vena aorta que llevó a la muerte. A este diagnóstico se unen problemas previos de pulmón, y quizá desórdenes hormonales, según los médicos. Su familia y amigos han sentido este fallecimiento y consideran, según cita a la prensa, que "ya no podrá alcanzar a su ídolo The Rock".
