jueves. 28.03.2024

Ashwaq Haji tenía 14 años cuando fue capturada y vendida como esclava sexual a un miembro de Daesh: pagó 100 dólares por ella. Como muchas otras jóvenes yazidíes, fue violada y golpeada, pero ella logró escapar de Irak y se fue a Alemania con su madre y su hermano.

A 4.000 kilómetros de distancia, en un pueblo alemán, creía estar a salvo de esta pesadilla, pero se lo encontró de frente, en un supermercado: "Me preguntó si era yo, le dije que no, me dijo que sí era yo".

Allí estaba su violador, su verdugo. Conocía todos los detalles de su vida en Alemania: "Él me dijo: 'Vives desde el 2015 en Alemania, vives con tu madre, con tu hermano…'. Tenía hasta mi dirección".

Ashwaq acudió a la Policía pero no lograron localizarlo. Aterrorizada con la posibilidad de volver a encontrarse con su captor, regresó a Irak.

La minoría yazidí en Irak ha sido perseguida y masacrada por Daesh desde que el grupo terrorista se hizo con el control de un tercio del país en 2014. Han destruido sus aldeas, violado a sus mujeres y asesinado a sus niños.

De vuelta en un campamento yazidí en Irak, quiere salir del país pero asegura que "aunque se destruyera el mundo, no volvería a Alemania". Un viaje de ida y vuelta hacia el horror, cuando tienes que huir hasta de tu refugio.

Una joven se encuentra en un supermercado alemán con el yihadista que la esclavizó...
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