jueves. 28.03.2024

Paola Schietekat nunca pensó que su vida pasaría por un trance tan complejo. La mexicana de 27 años tenía un buen trabajo como economista conductual en el Supreme Committee for Delivery and Legacy, la entidad a cargo de organizar el Mundial de Qatar que se disputará este año. Ahora, se enfrenta a una sentencia de cárcel y 100 latigazos tras realizar una denuncia por abuso sexual.

El 6 de junio de 2021, Schietekat se encontraba en su departamento ubicado en Doha y, mientras dormía, un hombre entró en su casa para agredirla físicamente, razón por la que recurrió inmediatamente a las autoridades qataríes para denunciar lo ocurrido. Años atrás, a sus 16 años, ya había sido víctima de violencia sexual, algo que aumentó su deseo de hacer justicia.

Pero la respuesta estuvo lejos de la que esperaba, pues el sueño de trabajar para la Copa del Mundo se transformó de golpe en una pesadilla. El tribunal le dio opciones a la denunciante como solicitar una orden de alejamiento, continuar el proceso de la denuncia o, simplemente, dejar las cosas como estaban, así como también casarse con el acusado para impedir que la sentencia se concretara.

Su elección no estuvo en duda ningún instante, la de luchar por una nueva injusticia, por lo que siguió adelante. Sin embargo, la Justicia optó por dejar en libertad al acusado, identificado como “un integrante de la comunidad latina en Qatar” por la mexicana, y de castigarla a ella por, supuestamente, mantener una relación extramarital con su agresor.

Mediante una carta pública, Schietekat reclamó por el trato recibido por las autoridades. Esto, por no brindarle ningún tipo de protección una vez realizada la denuncia y, sobre todo, por haber calificado la relación de “extramarital”, lo que en el país mencionado es sancionado con prisión y latigazos.

“De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. La policía refirió el caso a la fiscalía pública, único lugar donde tuve un traductor. Todo se centró alrededor de la relación extramarital. Mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron para parecer una ‘mujer de buena moral’ seguían las marcas de los golpes que recibí”, comentó Schietekat al sitio web Cuestione.

“Escribí una carta donde cuento lo que pienso y lo único que recibí de respuesta del Consulado Mexicano fue ‘Cierra bien tu puerta’”, complementó la licenciada en Relaciones Internacionales y Derecho Internacional.

El motivo por el que las autoridades desestimaron su acusación y decidieron condenarla fue explicado por la misma Schietekat: “Porque no había cámaras que demostraran la agresión. Creyeron que él tenía una relación conmigo”.

La última audiencia del caso se desarrollará el próximo 6 de marzo. Instancia en la que Schietekat buscará impedir que se concrete la condena a toda costa para poder retomar sus funciones. Desde su país natal le han entregado apoyo para que así sea. Marcelo Ebrard, canciller mexicano, declaró este viernes su apoyo a su compatriota, luego de una reunión que sostuvieron entre ambos.

“Agradecí a Paola su visita y la conversación. El consultor jurídico de la (Secretaría de Relaciones Exteriores) SRE, nuestro mejor abogado, se hará cargo de defenderla y de que sean respetados todos sus derechos como ciudadana mexicana. Le reconocí su valentía y resolución”, manifestó, a través de su cuenta de Twitter. Todo se definirá en la última sesión de la corte.

Una mexicana, condenada a la cárcel y 100 latigazos en Qatar tras denunciar abuso sexual
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