El Tribunal de Casos Familiares, Civiles y Administrativos de Abu Dhabi ordenó a una persona pagar 20.000 dírhams a otra, ya que dañó premeditadamente el teléfono de esta última y le dio un puñetazo en la cara, causándole heridas.
La persona atacada presentó una demanda en la que exigía que se le pagara 4.599 dirhams por el valor de su teléfono, que fue dañado premeditadamente y quedó inutilizable.
También exigió 20.000 dirhams como indemnización por los daños materiales y morales sufridos a causa de la agresión, así como por las lesiones que le impidieron trabajar durante veinte días.