La batería de un teléfono inteligente provocó un incendio en un vuelo de Qantas de 13 horas desde Sydney a Los Ángeles a principios de esta semana.
Según informa el diario Emirates 24/7, seis horas después del despegue, el teléfono móvil de un pasajero se cayó y se metió en el hueco entre dos asientos para quedar luego aplastado cuando se accionó el mecanismo de reclinación de la butaca.
La batería del teléfono inteligente quedó aplastada e inmediatamente se incendió.
La tripulación alertada actuó rápidamente y apagó el fuego utilizando un extintor de incendios.
Una investigación está actualmente en curso.
Las aerolíneas australianas ya han prohibido el transporte de baterías de iones de litio en su bodegas de carga después de que se descubrió que este tipo de baterías representan un alto riesgo de incendio.
