Las aerolíneas han terminado con el Samsung Galaxy Note 7. Ya no se puede volar con el móvil estrella de la firma coreana. La FAA, siglas de la Administración de Aviación Federal, ha prohibido que se vuele con este modelo concreto.
Si hasta ahora sólo era una advertencia de que este terminal en concreto se podía incendiar a bordo, este sábado han ido más allá y ya no se puede introducir en ningún avión en Estados Unidos, tanto en vuelos locales como internacionales. Ni encendido ni apagado. Ni en bodega, ni en cabina. La medida es efectiva desde el mismo momento de su emisión.
"Las personas que cuenten con un smartphone Galaxy Note 7, de Samsung, no podrán llevarlo consigo en vuelos comerciales", explicó el Departamento de Transporte de Estados Unidos.
"En relación a las medidas de seguridad emitidas por el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés), en conjunto con la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) el uso y transporte del teléfono Galaxy Note 7 ha sido prohibido en vuelos; este ya no podrá llevarse a bordo ni guardarse en el equipaje de mano”, señala un comunicado emitido por la aerolínea Volaris este sábado 15 de octubre.
"Por favor, apagarlo inmediatamente y cambiarlo por otro dispositivo antes de su viaje”, señaló Aeroméxico.
Según informa el diario Gulf News, el anuncio de las aerolíneas sobre la prohibición de llevar un Galaxy Note 7 ocurre luego de la orden emitida por autoridades de Estados Unidos, la cual incluye a pasajeros y a tripulantes.
La orden entró en vigor a partir del mediodía de este sábado y agrega que los teléfonos tampoco pueden ser enviados como cargamento aéreo. Las autoridades de Estados Unidos advirtieron que los pasajeros que traten de viajar con el Galaxy Note 7 podrán ser multados y el teléfono les será confiscado.
Samsung ha retirado más de 2.5 millones de los teléfonos de ese modelo, debido a lo que dijo es un error de fabricación de la batería. La firma coreana solicitó a todos los usuarios del Galaxy Note7, original y de reemplazo, apagarlo por completo y no utilizar el dispositivo.
En un comunicado, la empresa pidió a sus consumidores acudir directamente a cualquiera de los Centros de Atención a Clientes Autorizados de su operador, donde podrán cambiar de manera definitiva su teléfono por un Galaxy S7 Edge o cualquier otro dispositivo móvil de la marca.
Precisó que la diferencia entre el precio pagado por el Galaxy Note7 y el precio del equipo de cambio seleccionado, les será reembolsado conforme a las políticas de cada operador, además de recibir beneficios adicionales.
"La seguridad de los consumidores es la prioridad número uno para Samsung, por esta razón, la compañía pedirá a todos sus socios comerciales, en todo el mundo, que detengan la venta y el reemplazo de Galaxy Note 7, en espera de los resultados de una investigación a fondo en desarrollo”, agregó la empresa.
