Siendo Colombia el segundo país más biodiverso del mundo, deberían existir muchos animales destacados y a encontrarlos se dedica esta columna, que en cierta manera se une a la campaña que debería ser permanente, la de preservar todas las especies que contribuyen al delicado equilibrio ambiental. Hoy vamos a buscar animales famosos de la historia y cultura colombianas.
Palomo
El caballo blanco del Libertador Simón Bolívar, ha sobrevivido en obras de arte como el clásico cuadro del pintor venezolano Arturo Michelena, que ilustra esta columna. Se trataba de un potro bello, de gran porte y con una larga cola, nacido en Boyacá, Departamento del centro colombiano, regalo de Casilda Zafra una campesina boyacense, el cual acompañó a Bolívar en las batallas de la independencia de Colombia, Perú y Venezuela. En la población de Yumbo, en el Valle del Cauca, suroccidente colombiano, hay un museo dedicado a Palomo y una lápida en donde se cree fue enterrado, años más tarde de la muerte de Bolívar.
Conchita
La mula de Juan Valdez, es posiblemente el animal colombiano más cercano al Jet Set internacional, pues ha estado en diversas alfombras rojas, desde reuniones de jefes de Estado y Gobierno, premieres de películas de Hollywood, premiaciones de torneos deportivos, aparecido en comerciales de Estados Unidos desde los años 60, cuando se le empezó a ver en publicidad, especialmente en el país norteamericano. Su imagen se inmortalizó como el logo del Café de Colombia, el mejor del mundo, por supuesto.
El loro Roberto
Es una realidad que casi todos los loros domésticos en Colombia se llaman Roberto y no se sabe realmente el motivo. Aunque me aventuro a una teoría y es que a propósito de fauna televisiva, uno de los programas legendarios familiares de la televisión colombiana, fue precisamente “Animalandia”, presentado por el mítico Fernando González “Pacheco”, en el cual el popular animador, en ocasiones salía con un loro en el hombro y aquella frase de “¿Roberto, quiere cacao?” se volvió viral, aunque en aquella época no sabíamos qué era eso.
Uggie, el perro actor
Aquí hablamos de un colombiano, no por nacimiento, sino por adopción. Se trata del perrito que se roba el show en la película “The Artist” (2011), quien llegó al estrellato, gracias a su entrenador colombiano, Omar Von Muller, quien lo rescató cuando iba a ser entregado a la perrera municipal y se dedicó a entrenarlo. Como anécdota, se recuerda que hubo campaña para que fuera candidatizado a mejor actor en los premios Óscar, pero lógicamente sus colegas humanos no estaban muy contentos con esa posibilidad. Uggie disfrutaba con su nacionalidad colombiana, de la cual solía aparecer vestido con la tricolor, especialmente cuando veía partidos de la selección de fútbol.
Marsupilami
En el blog que llevo en el periódico bogotano El Espectador, he venido publicando una serie sobre referencias colombianas en el cómic internacional y en la investigación previa, gracias al profesor Bernardo Rincón, especialista en el noveno arte, pude conocer a este simpático y travieso personaje de la tira cómica “Spirou y Fantasio” de André Franquin. Se trata de un curioso animal, híbrido entre marsupial, primate y tigrillo, proveniente del país imaginario Palombia, cuyo mapa está ubicado entre Colombia y Brasil, pero su bandera es el tricolor nuestro, con las franjas verticales, por lo cual deducimos que el Marsupilami es medio colombiano.
Las mariposas amarillas
Se trata de la especie más difundida de la literatura colombiana, por su aparición en “Cien Años de Soledad”, el clásico libro en español del Siglo XX, que ha llevado a Gabriel García Márquez a ser el autor en nuestro idioma con más traducciones en otras lenguas, por encima del mismo Cervantes. Las mariposas amarillas han trascendido a otras artes, como la música y el cine, como la maravillosa escena de cierre de la multipremiada película “Encanto”.
En la música tenemos todo un zoológico a disposición, para mencionar dos de los animales más destacados, la legendaria canción “Se va el caimán”, o “La Gallina Mellicera” del Maestro Jorge Velosa. En el cine, como olvidar otros ejemplares inolvidables, “Cóndores no entierran todos los días” (1984), “La estrategia del Caracol” (1993), “El abrazo de la Serpiente” (2015), “Pájaros de Verano” (2018).
En la cultura popular hay otros animales conocidos como los hipopótamos que tuvo el nefasto Pablo Escobar y cuyos descendientes colombianos se reproducen en las estribaciones del río Magdalena. Esto para no hablar del glosario con significados alternos de nombres de animales como el sapo, el mico, la sardina, el oso y un largo etcétera.
Seguramente habrá muchos más animales colombianos destacables, pero sean celebridades o humildes anónimos, desde aquí hacemos un llamado para que los humanos los respeten y cuiden.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.