jueves. 28.03.2024

El parque solar más grande del mundo, denominado Mohammed Bin Rashid Al Maktoum Solar Park y situado en Seih Al Dahal, en medio del desierto, a unos 50 kilómetros al sur de Dubai, abarca un área de 77 kilómetros cuadrados. Y tiene la marca España. La empresa Abengoa participa en la construcción como tecnólogo y subcontratista de Shanghai Electric Ltd, compañía a la que fue adjudicada la construcción de la fase 4 por Noor Energy 1 (consorcio formado por ACWA Power y DEWA). Abengoa, con sede en Sevilla, ha construido los campos solares de las tres plantas de colectores de cilindro parabólicos. Ocupan una extensión de 26,6 kilómetros cuadrados, equivalente a 2.463 campos de futbol. Y lo ha hecho cumpliendo todos los plazos, lo que hay que calificar de proeza si se tienen en cuenta los grandes obstáculos que han surgido en la pandemia que ahora comienza a remitir.

Quien explica estas cuestiones es Diego Rodríguez, director de Proyectos en Abengoa, compañía internacional que aplica soluciones tecnológicas innovadoras para el desarrollo sostenible en los sectores de infraestructuras, energía y agua. Para tomar una idea aproximada de la envergadura del proyecto hay que saber que la electricidad generada por cada una de las tres plantas evitará la emisión anual de alrededor de 450.000 toneladas de CO2, el equivalente a retirar unos 125.000 automóviles de la carretera cada año.

Pregunta: ¿Qué papel ha jugado Abengoa en la fase 4 de Mohammed Bin Rashid Al Maktoum Solar Park, el parque solar más grande del mundo?

Respuesta: Abengoa ha sido responsable del diseño, suministro, fabricación y montaje de los colectores. Abengoa ha aportado la ingeniería conceptual de las tres plantas de colectores cilindro parabólicos de 200 MW, así como la ingeniería básica y detalle del sistema de HTF (Fluido caloportador)”.

P: El proyecto ha supuesto un gran reto para Abengoa. La compañía ha estado fabricando y montando colectores más de dos años, en total más de 6.000 colectores. Lo que más impresiona es que, incluso con la pandemia de por medio, no ha incurrido en ningún retraso en la ejecución. 

R: Efectivamente, la fabricación de los colectores para las tres plantas ha sido un gran reto para Abengoa. Nunca habíamos acometido plantas con estas dimensiones. Cada colector tiene una longitud de 164 metros y un ancho por alto es de 8 por 7 metros cuando se encuentran enfocando al cenit. Fueron meses de intenso trabajo por parte del equipo. Tuvimos que formar a más de 900 trabajadores en sitio para el montaje y coordinar la fabricación distribuida en distintas fábricas alrededor del globo para asegurar el suministro. Para ello resultó fundamental el trabajo del equipo de Abengoa, con amplia trayectoria en este tipo de plantas, en distintas ubicaciones en el mundo.

P: ¿Cómo manejó Abengoa la situación de la pandemia para que no afectase al rendimiento? 

R:  Sinceramente, con la experiencia de Abengoa en las últimas décadas y sabiendo que eran más de dos años de fabricación y montaje, con fábricas en distintas localizaciones geográficas en todo el globo, decidimos asegurar un stock para garantizar el suministro a la nave de montaje de colectores. Gracias a este stock, no paramos en ningún momento de montar, a pesar de sufrir paradas de fábricas en China, India y Arabia, debido a la Covid, y a pesar de sufrir retrasos en las entregas por el bloqueo en el transporte marítimo en el canal de Suez. Los dos meses de stock nos dieron margen para buscar alternativas de transporte y fabricación. 

P: ¿Cuál fue la máxima prioridad?

R: No parar la nave de montaje de colectores. Este objetivo, unido al trabajo continuo en equipo, nos permitió salvar la situación. El equipo trabajó siete días a la semana. Los problemas los detectábamos de inmediato y la evaluación del problema y toma de decisiones era muy rápida. Todo el equipo de Abengoa y proveedores remábamos en la misma dirección, la comunicación era muy fluida entre todas las partes.

P: Cuando Accuracy asesora a sus clientes en grandes proyectos, hace el ejercicio de entender cuánto material y stock debes tener para poder absorber retrasos sin impactar el proyecto y manteniendo los flujos de caja apropiados para asegurar el funcionamiento del proyecto aguas abajo.  

R: Visto lo ocurrido, el proceso que hemos seguido ha sido un acierto absoluto. Nuestras operaciones siguen la filosofía ‘just in time’. Es decir, lo que llega se monta, con la salvedad de que, por los riesgos asociados al proyecto, decidimos tener holgura, margen de maniobra para las posibles incidencias.

P: Desde el primer día he sentido una sensación familiar con el equipo de Abengoa. ¿Cómo fue el día a día con el personal durante la pandemia? 

R: En Abengoa tratamos de ir mas allá de las recomendaciones por parte de las autoridades. Hicimos ‘coaching’ con el equipo, con los proveedores y las contratas. Una gran preocupación fueron las empresas que nos suministraban la mano de obra. Tuvimos muchas reuniones de coordinación y seguimiento para establecer qué medidas tomar. La nave de montaje no podía parar por falta de personal. Convencimos al proveedor de tomar medidas para proteger al proyecto y su negocio, organizando, por ejemplo, a los trabajadores en el alojamiento fuera de la obra por plantas, según el turno de trabajo, de forma que, si un turno entraba en cuarentena, el otro no se viera afectado. Otra preocupación fue el personal propio y posiciones clave (como gruistas) de mano de obra. Estas posiciones fueron reforzadas. Contratamos y formamos a personal adicional para dichas posiciones. Como bien sabes, todo esfuerzo tiene su recompensa. Pasamos el 2020 sin casos positivos en el equipo de montaje. La nave no podía parar. Esa, como digo, era la máxima prioridad y lo supimos trasmitir a todo el equipo.

Diego Rodríguez y Juan Sáez recorren el  (ABENGOA) (1)
Diego Rodríguez y Juan Sáez recorren el Parque Solar Mohammed Bin Rashid Al Maktoum. (Cedida)

P: Accuracy, que está impulsando la innovación e implementación de ConTech en Oriente Medio, observa que las empresas constructoras tienen apetito por más innovación, pero se encuentran con frenos en el camino. Como conocedor de la industria de la construcción, sabes que es el sector menos innovador, incluso por detrás del sector agricultor. ¿Crees que las empresas constructoras invierten suficientemente en innovación? ¿Hay apetito para adoptar nuevas tecnologías y avanzar, como otras industrias lo han hecho, a lo largo de los últimos años?

R: En mi opinión, creo que en el mundo de la construcción hay mucho por hacer. Imagino un futuro de la construcción con más prefabricación, más herramientas para supervisores y montadores que ayuden a disminuir errores y tiempo perdido.  Creo que tecnologías como impresión 3D, ‘weareables’, realidad aumentada o robótica tienen mucho recorrido. 

P: Para que la industria avance, el cambio tiene que ser impulsado por el cliente final, exigiendo soluciones más innovadoras e incluso sostenibles en la parte de licitación de proyectos. Accuracy colabora con gobiernos para fomentar que las constructoras adopten tecnologías para ser más eficientes en el proceso de ejecución y entrega del proyecto final.

R: En lo que respecta a Abengoa, tenemos un departamento que se dedica a las mejoras continuas. Cada proyecto que hace Abengoa es un traje a medida para el cliente. Tienes que adaptar diseños a requerimientos específicos del cliente y de la legislación local. En el momento en que una planta se pueda vender como un producto, se podrá acelerar el desarrollo de estas tecnologías.
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Juan Sáez, autor de la entrevista, es director de Accuracy en Oriente Medio.

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