domingo. 28.04.2024

Hace unos años, una periodista le preguntó al jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, primer ministro, vicepresidente de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y gobernador de Dubái, qué porcentaje de su visión había completado. “Un 5%”, respondió. Años después, volvió a hacerle la misma pregunta, con idéntica respuesta por su parte. “¿Cómo así?”, indagó. “Porque cuando estás próximo a alcanzar tu objetivo es el momento de ampliar las miras e ir más lejos.” La personalidad del jeque Mohammed impregna el carácter de su emirato. Es omnipresente. “No me sorprendería que se abrieran las puertas de este despacho y apareciera él”, nos dijo Mohammed A. Ahli, director general de Aviación Civil de Dubái. El jeque no sólo quiere estar cerca de su gente, también quiere hacerla feliz. En febrero reestructuró el gobierno federal y lo público vía Twitter. Creó un ministerio para la Felicidad y puso a su frente a una mujer. Creó un ministerio para la Juventud y puso de responsable a otra. Y creó un ministerio para la Tolerancia, asignando su gestión a la veterana jequesa Lubna Al Qasimi, ex ministra de Economía y de Cooperación Internacional y Desarrollo. Fue un mes tras la remodelación del gabinete, cuando María José y yo aterrizamos de nuevo en EAU para continuar el retrato del país cuya primera entrega publicamos en El Economista en diciembre de 2015. Como entonces, volvimos a pasar setenta días para completar este suplemento. En esta ocasión, alojadas en Abu Dabi, la capital emiratí, pero viajando tantas veces a Dubái, que aprendimos de memoria cada salida de la autopista de unos 140 km que separa estas dos urbes; “dos caras de una misma moneda”, como nos las describió Jalifa Al Zaffin, responsable de Dubai South, la aerotrópolis que albergará a la EXPO y donde se está construyendo el nuevo aeropuerto de Dubái

SIETE EMIRATOS Y UN SOLO ESTADO

Portada del suplemento 'Emiratos Árabes, el centro de la Nueva Ruta de la Seda'.EAU es un estado federal de siete emiratos: Abu Dabi, Dubai, Sharjah, Ras Al Jaima, Ajman, Umm al-Quwain y Fujairah. Los gobiernos autónomos de los dos primeros son poderosísimos. Abu Dabi ocupa el 87% del territorio y, según el Centro Estadístico de Abu Dabi, la mitad de su PIB procede del sector de hidrocarburos. Es también el principal contribuyente al presupuesto federal.  A su lado,  la ciudad Estado de Dubái, que no vive ni del petróleo ni del gas, no para quieta y su flujo de actividad y liderazgo es tal que el ministro de Desarrollo de Infraestructuras federal nos dijo que si no existiera “habría que inventarla”. La estabilidad lograda por EAU, el modo en que ha gestionado su seguridad –“sin tanquetas en las esquinas”, como apunta Bernardino León Gross, director general de la Academia Diplomática de Emiratos, EDA– más el talento marketiniano del jeque Mohammed hacen que Dubái haya sido el principal destino del capital de los países de su alrededor. El emirato lleva años apostando por su diversificación económica. Comercio, aviación y turismo son tres engranajes de un mismo mecanismo. Se retroalimentan. También hay un mercado inmobiliario vibrante –con altos y bajos como en todo el mundo– y una apuesta por el conocimiento y la innovación, afín a la Visión 2021 de EAU para ser una economía altamente productiva y competitiva el año de su 50º Aniversario. En mayo se inauguró en Dubái el primer edificio de oficinas impreso en 3D. Se tardó 17 días en construir. “Buscamos acciones, no teorías”, apuntaló el jeque Mohammed. “Es un hombre espectacular. España, en general, aún no ha entendido el potencial de este país y hay poco apoyo institucional, lo que se traduce en una alarmante falta de recursos. Por ejemplo, es inaceptable que no haya un Consulado Español en Dubái”, dice un consultor español residente en EAU. “Sólo el sector de infraestructuras, aunque tarde, se ha dado cuenta del valor estratégico de este mercado.” Su punto de vista es compartido por otros expatriados. Unas 200 empresas españolas están ancladas en EAU y la colonia de españoles continúa creciendo. “En abril, había unos 16.000”, confirma José Eugenio Salarich, embajador español en EAU. Cada vez hay más y de todas las edades. Lo mismo pasa con los latinoamericanos. Para cubrir la actividad creciente de esta comunidad [estimada en unas 50.000 personas] desde 2012 se publica en EAU la edición digital de EL CORREO DEL GOLFO, “con un promedio de 450.000 visitas mensuales”, confirma su director, Rafael Pérez Unquiles. Desde 2014 también imprimen una edición periódica mensual, con 10.000 ejemplares de tirada, distribuida en 250 puntos.

 CALMA, ESTO ES ABU DABI

Páginas 2 y 3 del especial.Abu Dabi no es Dubái; aquí todo requiere su tiempo”, nos había confiado el responsable de Comunicación del ministerio de Economía federal al aterrizar en la capital. Tenía razón. El mes del Ramadán se nos echó encima y [casi todos] los portones tras los que trabajan algunas de las mentes más brillantes de Abu Dabi seguían con el cerrojo echado. Así parecían estar las mansiones que a diario contemplábamos cuando nos conducían por las elegantes avenidas de la capital, como Al Bateen Road, plagada de palmerales, césped cuidadísimo y vegetación exuberante. ¿Habría una consigna de silencio? “Nos gusta el sosiego”, nos dijo Muna Al Jabry, directora de Marketing de la Cámara de Comercio e Industria de Abu Dabi, en su despacho con vistas a La Corniche, el paseo marítimo al Oeste de la ciudad. A escasos metros está el rascacielos de ADIA (Abu Dhabi Investment Authority), el mayor fondo soberano emiratí –propiedad del gobierno de Abu Dabi– y cuarto del mundo según SWFI con 700.000 millones de euros en activos. Se nutre de los ingresos del petróleo y este año es su 40º aniversario. “Teniendo en cuenta que nuestro presidente sólo ha concedido una entrevista en los últimos años, mejor no alberguen esperanzas”, nos adelantó el responsable de Medios. ¡Lección aprendida; aquí las cosas llevan su tiempo! Es como si la consigna fuera: pónganles a prueba y que pase aquél capaz de saborear sin prisa la hospitalidad genuina del pueblo árabe. ¡Damos fé de haberla disfrutado! ¿Un ejemplo? Cada vez que sin avisar nos pasamos por el despacho de Adeed Al Afeefi, responsable de Comercio Exterior en el departamento de Desarrollo Económico de Abu Dabi, nos recibió cortesmente sin muestras de apremio. Café arábigo y dátiles incluidos

EL FERRARI DEL VESTÍBULO

“Les ruego no tomen fotos”, nos espetaron frente a la fachada de Mubadala –otro de los fondos soberanos de Abu Dabi– con activos valorados en 55.167 millones de euros. Por fuera, un edificio corriente. Por dentro, la refinada arquitectura de su patio árabe deja boquiabierta. Lo preside el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, subcomandante supremo de las Fuerzas Armadas, príncipe heredero de Abu Dabi, futuro presidente de EAU y el hombre más poderoso del país. Es hijo del jeque Zayed, el fundador de EAU fallecido en 2004, y de su quinta esposa, la jequesa Fátima bint Mubarak. La familia real de Abu Dabi mantiene relaciones estrechas con la española. La reina Sofía estuvo con la jequesa Fátima en marzo y los reyes, Felipe y Letizia, que no han venido en viaje oficial, sí han hecho visitas privadas durante las que se han desplazado a destinos como el desierto de Liwa. El rey Juan Carlos continúa viniendo con frecuencia. La sala de espera de Mubadala tiene un mosaico de estilo romano y desde ella se ve un Ferrari Fórmula 1. “Cuando nadie nos conocía, adquirimos un 5% de la escudería italiana. Es un regalo de entonces”, nos cuentan dos emiratíes del departamento de Comunicación. Esa inversión –que ya no conservan– fue su debut internacional. Un gran King Kong en malla metalizada y otras obras de arte adornan el vestíbulo. Cada semana, diez propuestas de inversión ya filtradas por expertos pasan a instancias superiores para su evaluación. Este año el mandato es centrarse en Francia, Rusia y China. Italia les interesa “muchísimo por la industria aeroespacial.

"SOLO EL SECTOR DE INFRAESTRUCTURAS [ESPAÑOL] SE HA DADO CUENTA DEL VALOR ESTRATÉGICO DE ESTE MERCADO. QUE NO HAYA CONSULADO EN DUBÁI ES INACEPTABLE"

La última vez que el gobierno de España se reunió oficialmente con Mubadala fue en el último viaje de D. Juan Carlos en 2014. El rey emérito estuvo en este edificio a puerta cerrada con el jeque Mohammed y con Sultán Al Jaber, ministro de Estado del gobierno federal, y uno de los hombres de confianza del jeque. En febrero éste le nombró director general de ADNOC, la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi que gestiona y supervisa la producción de hidrocarburos [más de 3,15 millones de barriles al día que le sitúan en el puesto 12º del mundo en su área de actividad, según su descripción]. ADNOC inaugurará pronto su nueva sede; el edificio más alto de Abu Dabi, situado en La Corniche frente a Emirates Palace, el hotel más largo del mundo y a un km escaso del palacio presidencial, aún sin estrenar y de proporciones imperiales. El edificio hace honor a su poderío, pero el futuro que el jeque vislumbra para Abu Dabi no hinca sus pies en el crudo, sino en una estrategia diversificadora –recogida en la hoja de ruta del gobierno Visión 2030– con énfasis en energías renovables, comercio, cultura, turismo y servicios financieros... El desembarco de Al Jaber –ingeniero químico por la Universidad de California–  ha traído una inmediata reestructuración de la cúpula directiva de buen número de las filiales de ADNOC. La era del petróleo se acaba y la de las energías renovables está en marcha. Al Jaber no es un advenedizo. En 2006 encabezó el lanzamiento y dirigió la estrategia de Masdar, una iniciativa de Mubadala para impulsar el uso de energías limpias en EAU y en el mundo. Continúa encabezando su consejo de administración. En España, Masdar posee un 40% de Torresol Energy, cuyo 60% controla la vasca SENER. Operan tres plantas solares en Andalucía. En Huelva, Masdar adquirió en 2015 el 50% de Minas de Aguas Teñidas. El mandado de Al Jaber, que también es presidente de los Puertos de Abu Dabi, es fulminar la cultura burócrata. Es la hora de los tecnócratas. 

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Productora: María José Fernández Nebreda

Este texto pertenece a las páginas 2 y 3 del suplemento 'Emiratos Árabes Unidos, felicidad e innovación en el centro de la Nueva Ruta de la Seda' (parte II), producido por MyMMerchan y publicado en el diario español El Economista el 23 de julio de 2016. Todos los contenidos del especial están siendo difundidos por EL CORREO DEL GOLFO en un apartado monotemático con el mismo nombre de la publicación creado dentro de la sección de Economía. El suplemento completo en pdf se halla disponible en este enlace de descarga. Para más información sobre MyMMerchan y la producción de futuras publicaciones especiales, contacte a través del teléfono +(34) 609 589 074 o del email [email protected]

Adiós al petróleo, bienvenido el futuro
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