Las aerolíneas comerciales de todo el mundo cancelaron más de 4.500 vuelos durante este fin de semana de Navidad, ya que una ola creciente de infecciones por Covid-19 impulsadas por la variante Ómicron creó una mayor incertidumbre en los viajeros de vacaciones.
Las aerolíneas a nivel mundial descartaron al menos 2.401 vuelos el viernes, que cayó en la víspera de Navidad y suele ser un día ajetreado para los viajes aéreos, según un recuento en curso en el sitio web de seguimiento de vuelos FlightAware.com. Casi 10.000 vuelos más se retrasaron.
El sitio web mostró que 1.779 vuelos del día de Navidad fueron cancelados en todo el mundo, junto con 402 más que estaban programados para suspenderse el domingo.
El tráfico aéreo comercial dentro y fuera de Estados Unidos representó más de una cuarta parte de todos los vuelos cancelados durante el fin de semana.
Entre las primeras aerolíneas estadounidenses en reportar una ola de cancelaciones de fines de semana festivos se encuentran United Airlines y Delta Air Lines, que eliminaron casi 280 vuelos combinados solo el viernes, citando la escasez de personal en medio del aumento de las infecciones por Covid-19.
Los contagios han subido en Estados Unidos en los últimos días debido a la variante Ómicron altamente transmisible, que se detectó por primera vez en noviembre y ahora representa casi las tres cuartas partes de los casos en EEUU y hasta el 90 por ciento en algunas áreas, como la costa este.
El número promedio de nuevos casos de coronavirus en EEUU aumentó un 45 por ciento a 179.000 por día durante la semana pasada, según un recuento de la agencia de noticias Reuters.
Nueva York reportó más de 44.000 infecciones confirmadas solo el viernes, rompiendo el récord diario de ese estado. Al menos otros diez estados establecieron nuevos registros de casos de un día el jueves o viernes.
El aumento de las hospitalizaciones estaba afectando especialmente a los sistemas de atención médica en el medio oeste de EEUU con las unidades de cuidados intensivos en Indiana, Ohio y Michigan preparándose para lo peor, incluso cuando siguen bajo la presión de una ola anterior de casos variantes de Delta.
En Gran Bretaña, muchas industrias y redes de transporte estaban luchando con la escasez de personal debido a que los trabajadores enfermos se aislaron por sí mismos, mientras que los hospitales advirtieron del riesgo de un impacto en la seguridad de los pacientes.
Uno de cada 20 londinenses tuvo Covid-19 la semana pasada, una cifra que podría aumentar a uno de cada diez a principios de la próxima semana, según datos publicados el jueves por la Oficina de Estadísticas Nacionales.
Si bien una investigación reciente sugiere que Ómicron produce una enfermedad más leve y una tasa más baja de hospitalizaciones que las variantes anteriores de Covid-19, los funcionarios de salud se han mantenido cautos.
Francia alcanzó otro récord de infección por Covid-19 el viernes, con su recuento diario superior a 94.000, mientras que las hospitalizaciones por el virus alcanzaron un máximo de siete meses, lo que llevó al Gobierno a convocar una reunión especial para el lunes que podría desencadenar nuevas restricciones de salud pública.
