jueves. 28.03.2024

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, se ha revelado como el comprador de un castillo francés que se convirtió en la propiedad más cara del mundo en 2015 cuando se vendió por 300 millones de dólares. El palacio, que cuenta con una bodega, cine en casa, un foso y una cámara submarina, se mantuvo oculto en el momento por una serie de empresas fantasma con sede en Francia y Luxemburgo.

Una investigación del New York Times descubrió que todas las compañías son propiedad de ‘Eight Investment Company’, una empresa saudita administrada por el director de la fundación personal del príncipe.

La propiedad terminó de construirse en 2011 y está hecha para parecerse a una mansión francesa del siglo XVII. La casa tiene un lujoso salón de baile, una discoteca subterránea, una bodega cavernosa, una cancha de squash y un home cinema

El castillo está rodeado de jardines que cuentan con una estatua de la estatua del ex monarca francés Luis XIV, o Luis el Grande, que gobernó el país durante un récord de 72 años y cuyo amor por la opulencia inspiró la creación.

Por otra parte, Salman también está intentado alejar al reino de la dependencia del petróleo como parte de un proyecto de reforma conocido como Visión 2030.: 

El príncipe heredero de Arabia Saudita compra la casa más cara del mundo
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