La carrera por levantar el rascacielos más alto del mundo no tiene fin. Ahora es un estudio de arquitectura estadounidense el que ha puesto el nuevo récord en órbita, al presentar su idea para construir un edificio flotante suspendido desde el espacio, apostando por Dubai como sitio ideal para su construcción.
El responsable del estratosférico proyecto es el arquitecto Ostap Rudakevych, que firma su idea desde Clouds Architecture, estudio famoso por otras propuestas de altos vuelos, como la casa de hielo diseñada para la NASA con el objetivo de albergar a los primeros moradores del planeta Marte.
Según explican desde el estudio a través de su página web, la Torre Analemma se alzaría rompiendo los esquemas de construcción tradicionales, basados en la cimentación en tierra, gracias al Universal Orbital Support System (UOSS). Mediante este sistema, la torre colgaría suspendida mediante un cable de alta resistencia, sujeta a un gran asteroide en órbita a 50.000 kilómetros de la tierra.
Aunque la torre, explica Clouds, "podría ser construida en cualquier parte del mundo y transportarse a su ubicación final", el estudio tiene claro que Dubai sería el lugar ideal para su construcción. El emirato, sostienen, "ha demostrado ser un especialista en la construcción de edificios de altura a una quinta parte del costo de la construcción en Nueva York".
Según Clouds, la torre tendría autosuficiencia energética, gracias a su paneles solares que, "instalados por encima de la atmósfera densa y difusa, tendrían la constante exposición a la luz solar, con una eficiencia mayor que las instalaciones fotovoltáicas convencionales". El agua, prosigue el estudio, se filtraría y reciclaría en "un sistema de circuito semi-cerrado, que se repone con el condensado capturado de nubes y agua de lluvia".
La altura del rascacielos estaría definida por la resistencia de sus habitantes, explican desde Clouds Arquitecture. "Nos dimos cuenta de que es probable que haya un límite de altura tangible más allá del cual la gente no toleraría la vida debido a las condiciones extremas. Por ejemplo, aunque puede haber un beneficio en tener 45 minutos extra de luz del día a una altura de 32.000 metros, el vacío y los -40C de temperatura impedirían que la gente pudiera salir fuera sin un traje de protección". En cualquier caso, "los astronautas han ocupado continuamente la estación espacial durante décadas, así que quizás no sea tan malo", se preguntan los arquitectos.
