viernes. 29.03.2024

Aqeeda Ali Al Muhairi, un emiratí que pasó la mayor parte de su vida tratando a personas mientras utilizaba medicina tradicional, murió este sábado. Tenía 100 años. Su muerte fue anunciada por su hijo, Abdullah, en Twitter y pronto comenzaron a llegar homenajes.

"Aqeeda Ali Al Muhairi era un hijo leal y honorable de Emiratos Árabes Unidos, que sirvió a su país con distinción durante décadas. Mi más sentido pésame a su familia y parientes. Que Dios se apiade de él", tuiteó en su perfil el jeque Mohamed bin Zayed, príncipe heredero. de Abu Dhabi y subcomandante supremo de las Fuerzas Armadas.

Nacido en Al Ain en 1920, Al Muhairi continuó tratando a sus pacientes hasta bien entrados los noventa, compartiendo su experiencia con investigadores y médicos de la medicina moderna convencional.

Aprendió la medicina tradicional de su abuela a la edad de 20 años.

En el pasado, sin la opción de hospitales y atención médica general, incluso las enfermedades más simples podían destruir la vida. En ese momento, la necesidad de la medicina popular tradicional era de suma importancia.

Siempre ofrecía sus servicios de forma gratuita, aceptando únicamente donaciones de quienes podían permitírselo.

A lo largo de los años, adquirió un gran conocimiento de los tratamientos para más de 50 afecciones y durante ese tiempo atendió a miles de pacientes.

También se consideraba que Al Muhairi tenía un amplio conocimiento de las ciencias, la cultura y la sociedad. En particular, fue reconocido por su profundo saber de las raíces familiares y tribales de Emiratos Árabes Unidos y la geografía de Abu Dhabi, Al Ain y Dubai.

Encargado por el difunto jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, Aqeeda también hizo mucho para apoyar el descubrimiento y mantenimiento de los Falaj locales, proporcionando una fuente confiable de agua para las comunidades y el riego en Al Ain.

En 2013, Al Muhairi recibió el Premio Abu Dhabi por dedicar décadas de su vida a ayudar a los demás.

Tres años después, el jeque Mohamed visitó a Al Muhairi en su casa en Al Bateen de Al Ain.

Muere un emiratí de 100 años que dedicó su vida a tratar pacientes
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