El pabellón de Arabia Saudita en la Expo 2020 Dubai diseñado por un estudio arquitectónico de Sevilla ganó el premio al Mejor Pabellón, así como dos premios honoríficos.
El Reino fue seleccionado por la revista Exhibitor, que otorga premios en cada edición de la mundialmente famosa exposición. El pabellón saudí ganó el premio en la categoría de 'grandes suites'. También recibió premios honoríficos por mejor diseño exterior y mejor exhibición.
El pabellón había ganado anteriormente el Certificado Platino en LEED por parte del US Green Building Council (USGBC). También posee tres récords mundiales Guinness por el piso de luz interactivo más grande, la cortina de agua interactiva más larga y el espejo de pantalla digital interactivo más grande.
La revista Exhibitor es la principal evaluadora de las ferias mundiales Expo y organiza la competencia desde hace más de 30 años. La revista premia con base en la evaluación de un comité internacional compuesto por expertos en diseño, marketing y eventos.
El Pabellón de Arabia Saudita en la Expo 2020 ha recibido hasta ahora más de cuatro millones de visitantes. Proporciona una experiencia excepcional que lleva a los visitantes a lo largo de un viaje a través del pasado, presente y futuro del Reino. La tecnología se mezcla con el conocimiento y las artes creativas para reflejar el crecimiento y la prosperidad de Arabia Saudita en todos los campos.
Es una de las sorpresas de la exhibición, avalada por su récord de visitantes. El pabellón saudí ofrece una mirada a un país que, tras décadas de ensimismamiento y conservadurismo, se ha propuesto abrirse al mundo y mostrar sus encantos, un patrimonio natural y cultural prácticamente virgen. El edificio, un prisma que se eleva desde el suelo hacia el cielo, tomó forma en el estudio ubicado en Sevilla de Boris Micka Associates. La suya fue la propuesta que encandiló en Riad. “Nos eligieron porque integramos la arquitectura con el contenido”, señala el checo-sevillano Boris Micka, director de la compañía.
En sus cerca de 7.000 metros cuadrados de exhibición, el pabellón es un derroche de recreaciones y pantallas que recorren a vista de pájaro palmerales, recintos patrimoniales como Al Ula -la bautizada como “la Petra saudí”-, las terrazas donde crece el café en la frontera con Yemen o se aventura por el futuro de las nuevas ciudades.
El estudio hispalense presume de haber heredado la experiencia de la Expo de 1992.
