El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, fue personalmente a dispersar un funeral multitudinario en Brooklyn, donde se despedía a un rabino jasídico. Ante la masividad del evento, aseguró que habrá "tolerancia cero" para este tipo de ceremonias. Los judíos ortodoxos se enfurecieron y denunciaron un ataque a su comunidad. “Algo absolutamente inaceptable ha sucedido en Williamsburg esta noche: un gran funeral en medio de esta pandemia. Al enterarme, fui personalmente para asegurarme de que la multitud era dispersada. Y lo que he visto NO SERÁ tolerado”, escribió indignado el alcalde en Twitter.
Este caso, además, llamó la atención por tratarse del lugar donde transcurre la serie de moda "Poco Ortodoxa".
“Mi mensaje a la comunidad judía, y a todas las comunidades, es así de simple: el periodo de las advertencias ha pasado”, sentenció el alcalde.
Nueva York es el epicentro de la pandemia en los Estados Unidos y que cuenta con 157.713 casos confirmados y 17.215 muertos.
Según informó el diario The New York Times, en las últimas semanas, la Policía tuvo que dispersar varias ceremonias religiosas en la ciudad, como casamientos o funerales, todas en barrios con gran cantidad de población de esta colectividad.
La Alcaldía de Nueva York explicó que a este funeral, organizado tras la muerte del rabino Chiam Mertz, se acercaron miles de personas. Al ver la imagen, de Blasio les ordenó a las fuerzas de seguridad que no tengan tolerancia con este tipo de ceremonias a partir de ahora y que arresten a todos, de ser necesario. En el evento en el que intervino el alcalde no hubo arrestos, pero sí se emitieron una docena de citaciones por violación al distanciamiento social y negativa a dispersarse, reveló el comisionado de policía Dermot Shea.
La actitud de de Blasio fue criticada por los judíos ultraortodoxos que denunciaron un ataque a su comunidad, al alegar que las personas incumplen estas mismas medidas en los parques de la ciudad.
“Estoy de acuerdo con el alcalde en que el distanciamiento social es de vital importancia, y la reunión de anoche no fue apropiada”, dijo Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial en un comunicado. Sin embargo, recriminó: “Pero culpar a toda la comunidad judía es peligroso e inaceptable en cualquier momento, y particularmente pernicioso mientras el mundo está lleno de miedo y los peores de nosotros están buscando chivos expiatorios”.
El CEO de la Liga Anti Difamación, Jonathan Greenblatt, también se quejó por esta misma frase desafortunada de de Blasio: "Es indignante, especialmente cuando tantos son chivos expiatorios de los judíos".
En esta línea, el representante republicano de Texas Ted Cruz, cuestionó en Twitter: "¿Habría enviado De Blasio este tuit idéntico, reemplazando la palabra ‘judía’ por cualquier otra minoría religiosa? Si no, ¿por qué no? La ley debe ser aplicada de manera neutral, sin tener como blanco la fe religiosa".
Frente a las críticas, el alcalde de Nueva York hizo su mea culpa y aseguró que lamentaba que sus palabras hirieran los sentimientos de alguien, pero ratificó que lo sucedido fue una violación peligrosa de las reglas de distanciamiento social. "Si vieron ira y frustración, tienen razón. Hablé por verdadera angustia", reconoció el alcalde este miércoles en su conferencia diaria sobre coronavirus. A su vez, aclaró que no estaba señalando a la comunidad ortodoxa por su religión, sino que tomó medidas enérgicas contra una reunión masiva que puso en riesgo a los miembros de la comunidad y a la policía. "No es como si la gente se reuniera en el parque. Fueron miles de personas", remarcó y dijo que no había visto algo similar en otro lugar.
Según datos del Orthodox Jewish Public Affairs Council (OJPAC), de los 8,6 millones de habitantes de Nueva York, más de 1,1 millones son judíos y 72.000 de ellos viven en el barrio de Williamsburg, donde se celebró el funeral. La comunidad jasídica de Nueva York, es una de las más afectadas por la pandemia por no respetar las medidas de distanciamiento social, ya que sus hábitos giran en torno a ceremonias y actividades grupales.
