Una bomba en el corazón comercial de Ankara se cobró este domingo la vida al menos de 34 personas y provocó cerca de 125 heridos, según fuentes oficiales. El ataque ha puesto de nuevo a la capital de Turquía en estado de alerta, ya que hace menos de un mes que un ataque de un grupo armado kurdo mató a 28 personas también en pleno centro de la ciudad, informa The National.
"Treinta personas murieron en el acto y otras cuatro personas murieron en el hospital", dijo Muezzinoglu después de una reunión de ministros y funcionarios de seguridad a raíz de la explosión.
La explosión se produjo en la plaza Kizilay, un centro comercial y de transporte junto al Palacio de Justicia y el Ministerio del Interior es zona de embajadas y estaba llena de gente cuando ocurrió la explosión a las 18:43 horas, dijo la emisora estatal TRT.
Los heridos fueron trasladados a 10 hospitales diferentes de la ciudad, con una docena de ellos en un estado muy grave.
Funcionarios de seguridad aseguraron que se escucharon disparos después de la explosión y los hallazgos iniciales sugieren la participación del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o un grupo afiliado. Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad del ataque.
"La explosión fue causada por un vehículo cargado de explosivos cerca de la plaza Kizilay," dijo la oficina del gobernador de Ankara.
Ankara ha prometido acabar con el PKK, clasificado como una organización terrorista por Turquía y sus aliados occidentales, y ha dicho que las operaciones de "limpieza" en Yuksekova, Nusaybin y Sirnak, una tercera ciudad kurda, son inminentes.
El ataque se produce tan sólo semanas después de la capital turca, fuera asaltada por otro coche bomba suicida que mató a 29 personas. Ese bombardeo el 17 de febrero fue reivindicado por una facción disidente del PKK.
Turquía ha sido golpeado por una serie de ataques mortales desde mediados del año pasado, la mayoría de ellos atribuidos a ISIS, incluyendo un doble atentado suicida en Ankara en octubre que dejó 103 muertos.
