Irán ejecutó a al menos 280 personas el año pasado, según ha informado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El número de ejecuciones vinculadas a cargos relacionados con las leyes de estupefacientes ha aumentado, según muestran las cifras publicadas el jueves por Javaid Rehman, experto independiente y relator especial de la ONU sobre Irán.
Entre los ejecutados se encuentran mujeres y menores de edad y se ha producido un aumento en las ejecuciones de personas de comunidades minoritarias, que ha alcanzado a más de 40 baluches y más de 50 kurdos.
En su informe, el relator especial, a quien se le ha negado el acceso a Irán, indicó que había seguido recibiendo información consistente sobre el uso de confesiones obtenidas mediante tortura como prueba en casos que conllevan la pena de muerte.
Rehman también condenó la “fuerza letal y excesiva” contra las reuniones pacíficas por el impacto de la escasez de agua en la vida diaria.
Y condenó la práctica de “intentar silenciar a quienes piden rendición de cuentas”.
“Hay muchos casos de hostigamiento y amenazas contra familiares de víctimas y otros que piden justicia”, dijo. “En algunos casos, las personas son objeto de persecución penal simplemente por haber pedido justicia”.
Rehman dijo que también estaba preocupado por la cantidad de muertes en detención en circunstancias oscuras sobre las que no se había investigado.
Del 1 de enero al 1 de diciembre de 2021, al menos 11 presos kurdos murieron en prisión en circunstancias que no estaban claras, según el informe.
Kazem Gharibabadi, vicepresidente de la autoridad judicial de Irán y secretario general de su Consejo Superior de Derechos Humanos, condenó a Rehman en Twitter.
“El Alto Consejo de Derechos Humanos condena el enfoque empleado por el llamado relator especial sobre Irán, que demuestra que en lugar de seguir una política de diálogo y cooperación, ha favorecido un enfoque sesgado y políticamente motivado”, dijo.
