viernes. 29.03.2024

Aumenta la tensión entre Irán y occidente. El G7 se suma a las acusaciones que algunas potencias hicieron por separado contra Teherán, por el asalto al Mercer Street, un barco petrolero de bandera liberiana y administrado por una firma israelí. El incidente ocurrió frente a la costa de Omán, en el Mar Arábigo, a fines de julio.

"Toda la evidencia disponible apunta claramente a Irán. No hay justificación para este ataque", señaló el comunicado, emitido por Reino Unido, país que actualmente ostenta la presidencia del Grupo de los 7.

El colectivo intergubernamental incluso afirmó que la República Islámica está amenazando la paz y la seguridad internacional.

"El comportamiento de Irán, junto con su apoyo a las fuerzas de poder y los actores armados no estatales, amenaza la paz y la seguridad internacionales (…) Pedimos a Irán que detenga todas las actividades incompatibles con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y pedimos a todas las partes que desempeñen un papel constructivo en el fomento de la estabilidad y la paz regionales", señaló el comunicado del G7.

En una declaración por separado, el Ejército estadounidense aseguró que los expertos en explosivos del portaaviones Ronald Reagan, que se desplegó para ayudar a Mercer Street, concluyeron que el dron con el que se produjo la agresión fue producido en Irán. Además, la institución castrense sugirió que la embestida pudo haber sido lanzada desde la costa iraní, al explicar que la distancia a las ubicaciones de los ataques "estaba dentro del rango de los drones documentados de ataque unidireccional iraní".

"Parte del material fue transferido a la sede de la Quinta Flota de Estados Unidos en Manama, Bahréin y posteriormente a un laboratorio nacional de Estados Unidos para realizar más pruebas y verificación", indicó en un comunicado el Comando Central, que supervisa las fuerzas de Estados Unidos en la región.

Sin embargo, Teherán ha insistido en que no está detrás del ataque que dejó a dos tripulantes muertos, uno rumano y otro británico.

La embajadora adjunta de Irán ante la ONU, Zahra Ershadi, rechazó las acusaciones contra su país y advirtió sobre cualquier represalia: "Irán no dudará en defenderse y asegurar sus intereses nacionales", recalcó.

Aunque Reino Unido planteó el asunto en una reunión a puertas cerradas en el Consejo de Seguridad de la ONU, por ahora no ha sido confirmado si el organismo de 15 miembros tomará medidas contra Teherán.

Pero el primer ministro israelí, Naftali Bennett, sí amenazó el pasado 1 de agosto a Irán con tomar represalias en su contra.

El G7 acusa a Irán del ataque a un barco petrolero y dice tener “pruebas contundentes”
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