La sentencia mínima impuesta a un confeso violador de niños por un tribunal de Omán este lunes ha provocado indignación entre los ciudadanos del país del Golfo.
El nacional de Omán de 46 años se había declarado culpable de los cargos de violar repetidamente a tres niños, dos de seis años y el tercero de ocho, alumnos suyos en las lecciones sobre el Corán y los estudios islámicos.
Un juez de la ciudad oriental de Ashkhara condenó al omaní a cinco años de prisión y le prohibió de por vida interactuar con niños después de su liberación.
"Esto es un atropello. Cinco años no es nada. Debe recibir una sentencia máxima. Abusó de la confianza de los padres como profesor particular", manifestó Khalil Al Jarwani, un activista que ayudó a los padres de las víctimas a reunir pruebas contra el violador.
En virtud de la legislación de Omán, la sentencia por violación oscila entre cinco y 15 años.
Marwan Al Hashmi, un abogado en prácticas en un bufete en Muscat, dijo que planea iniciar una campaña a nivel nacional para que los jueces traten los casos de violación, en general, más en serio y consideren dictar la pena máxima.
"No tomamos la violación lo suficientemente en serio en este país. ¿Por qué no se publican las estadísticas sobre el número de estos casos que ocurren en Omán? Las estadísticas son importantes para saber si el fenómeno está bajo control o no", explicó Al Hashmi, refiriéndose a las estadísticas de todos los casos de violación. "Sin registros, no vamos a saber la gravedad de este delito. Es por eso que los jueces dan sentencias poco severas".
El tribunal que dictó la sentencia se negó a comentar sobre el caso o casos anteriores.
Un portavoz de la policía declaró al diario The National que cualquier caso de violación en Omán es "aislado y poco común", sin dar más detalles. Pero los trabajadores sociales dicen que a menudo oyen de abuso sexual de niños enviados por sus padres a los tutores del Corán después de las horas de clase, una práctica común en el sultanato.
"Tenemos que vigilar estas clases. Enseñan a niños muy pequeños y con frecuencia se oye hablar de este tipo de abusos, pero rara vez se hacen públicos", reveló Khadija al Araimi, una trabajadora social de la Asociación de Mujeres de Omán, una ONG con sede en Muscat, que se especializa en abuso infantil.
Un número de usuarios de las redes sociales en Omán reveló que las familias no hablan abiertamente cuando un pariente ha sido violado.
