jueves. 28.03.2024

La visita sorpresa del presidente Donald Trump a las tropas estadounidenses en Irak este miércoles fue criticada por los líderes políticos y de las milicias como una violación de la soberanía del país.

Los parlamentarios iraquíes también revelaron que una reunión entre el presidente de Estados Unidos y el primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, tuvo que ser cancelada debido a un desacuerdo sobre la sede.

Sabah al Saadi, el líder del bloque parlamentario de Islah, pidió una sesión de emergencia del Parlamento para discutir esta flagrante violación de la soberanía de Irak y para detener estas acciones agresivas de Trump, que debería conocer sus límites: "la ocupación estadounidense de Irak ha terminado”.

El bloque Bina, rival de Islah en el Parlamento y liderado por la milicia respaldada por Irán, Hadi Al Amiri, también se opuso al viaje de Trump a Irak. "La visita de Trump es una flagrante y clara violación de las normas diplomáticas y muestra su desdén y hostilidad en sus relaciones con el gobierno iraquí", dijo un comunicado.

La oficina del primer ministro Abdul Mahdi señaló en una declaración que había sido informado sobre la visita. La declaración dijo que el primer ministro iraquí y el presidente de Estados Unidos hablaron por teléfono debido a un "desacuerdo sobre cómo llevar a cabo la reunión".

El presidente estadounidense Donald Trump realizó este miércoles una visita sorpresa a los soldados estadounidenses estacionados en Irak, donde anunció que no tiene “absolutamente ningún plan” de retirarlos de allí.

Es el primer viaje de Trump a una región en guerra, y se realiza poco después de que anunció la retirada de las fuerzas estadounidenses apostadas en Siria. Declaró que quiere que los militares estacionados en Siria regresen a casa, pero que Irak puede usarse como plataforma para lanzar ataques contra el grupo Daesh.

Trump defendió su decisión de retirar sus soldados de Siria. “Será una retirada fuerte, intencional, ordenada”, dijo el mandatario.

Añadió que desde el inicio de su presidencia “dije claramente que nuestra misión en Siria era privarle al Daesh de sus baluartes... Fuimos allá hace ocho años supuestamente por tres meses pero nunca nos fuimos. Ahora vamos a hacer las cosas bien y vamos a terminarlas”.

Asimismo argumentó que bajo su presidencia Estados Unidos es respetado y que antes no lo era. “Señores, ya no somos los tontos”, dijo el mandatario añadiendo que “nuevamente somos respetados como nación”.

Aseguró que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha prometido hacerse cargo de “cualquier residuo” del Daesh en Siria, y que la presencia militar estadounidense en Siria nunca iba a ser “indefinida”. “Las demás naciones de esta región deben asumir su responsabilidad por su futuro”, dijo Trump.

Trump, anteriormente en conversación con reporteros que viajaban con él, dijo que Estados Unidos puede atacar al Daesh “tan duro y tan rápido” que ellos “ni siquiera se darán cuenta de qué demonios ocurrió”.

La visita de Trump había estado sumida en el más estricto hermetismo. Air Force One viajó de noche desde Washington y aterrizó en una base aérea al oeste de Bagdad en medio de la oscuridad en la noche del miércoles.

Pasados 15 años desde la invasión de 2003, Estados Unidos mantiene en Irak más de 5.000 efectivos militares.

La visita sorpresa de Donald Trump a Irak provoca una agria polémica internacional
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