@media (max-width: 479px) { .preheader .header-logo a img { max-width: 100%; } .pre-left { min-width: 96px; } .preheader .list-inline>li.search { display: inline-block; } .header-logo.topbar { max-width: calc(100% - 48px); } } @media (max-width: 479px) { .pre-right { max-width: calc(100% - 96px); } }
miércoles. 10.09.2025

(Texto: Rafa Unquiles) A la nueva jequesa de Qatar, la enigmática Sheikha Anoud bint Al-Mana Hajri, no le faltará dinero para lograr la relevancia que le permita estar a la altura de su antecesora, Mozah bint Nasser Al Missned, madre de su marido, el emir Tamim bin Hamad al Thani, a quien se calcula una fortuna personal superior a los 2.400 millones de dólares y que lleva en el poder tres meses tras abdicar su padre, Hamad bin Khalifa Al Thani. Pero de momento está lejos de conseguirlo. Si Mozah bint Nasser ha sido durante años el rostro culto, glamuroso y en no pocas ocasiones determinante de su país, Anoud bint Al-Mana es justo lo contrario: una mujer que a día de hoy permanece detrás de los focos y cuya intimidad protege con celo la guardia pretoriana de la familia real qatarí.

No habla con los medios de comunicación. Y tampoco prodiga sus apariciones en público, que quedan relegadas a asuntos internos relacionados con actos caritativos y solidarios de los que casi nunca hay imágenes y que subrayan el perfil filantrópico que desde los aledaños del poder en Qatar quieren transmitir.

Hasta ahí llega en este instante el papel que otorga el jeque Tamin a su segunda esposa, con quien se casó el 3 de marzo de 2009 en un matrimonio que se considera fruto del amor y que contó con las bendiciones de la familia real. Tienen una hija y un hijo: Sheikha Nayla, nacida en 2010, y Sheikh Abdullah, de quien fueron padres el año pasado.

No fue el único vástago que tuvo el jeque en 2012 ya que también nació el cuarto descendiente de la relación con su primera mujer, Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suheim-Thani, prima segunda suya, con quien se desposó en 2005. Aquella sí fue una boda arreglada, por lo que el pensamiento  generalizado era que ocuparía el lugar de esposa favorita. Entre otras razones porque en el momento de alcanzar su marido el poder ella ya gozaba de cierta notoriedad pública. Su presencia era más visible. Sin embargo, la situación ha dado un giro y quien se perfila ahora como sucesora de Mozah bint Nasser  -como la mujer que comparezca ante la comunidad internacional- es Sheikha Anoud bint Al-Mana.

Joven, guapa, con estudios y aseguran que “moderna”. Nació en 1990 en el seno de una relevante familia qatarí. Su padre, Mana bin Abdul Hadi Al-Hajri, pertenece al cuerpo diplomático de su país y ha ejercido como embajador en Jordania. Anoud bint Al-Mana no alcanza el nivel de su suegra, pero cuenta con los mimbres necesarios para, cuando se considere el momento oportuno, dar a luz una figura que encarne los valores que Qatar ha vendido con tanto éxito a través de Mozah bint Nasser.

Lo que sí resulta evidente es que, al menos de momento y de cara a la opinión pública, Dior, Gaultier y Chanel han perdido bastantes posiciones en el armario de la nueva jequesa, que normalmente opta por vestidos árabes y por la tradicional túnica negra, la abaya.

Sheikha Anoud bint Al-Mana es una personalidad por descubrir, de quien se conocen escasos detalles incluso en Qatar. Los principales diarios de Doha, la capital del emirato, carecen de información sobre ella. Y cuando se pregunta por su persona la respuesta invariablemente es un no se sabe o no contesta.

Un relevante representante de los medios de comunicación qataríes ha manifestado en un intento de fijar la situación real sobre la jequesa que “aunque en occidente se considera que Qatar es un país abierto, y que de hecho lo es en muchos aspectos, hay cuestiones sobre las que no se habla”. Y todo lo que rodea a Sheikha Anoud, la mujer que está llamada a ser el relevo de la aún hoy poderosa e influyente  Mozah bint Nasser, es una de ellas.

Los secretos de la nueva jequesa de Qatar