sábado. 04.05.2024

La muerte a puñaladas de la profesora estadounidense en la capital de Emiratos está generando repercusiones en los residentes de todo el país, entre las consecuencias está el temor a las mujeres que utilizan la tradicional abaya y el velo en la cara y éstas por su parte están notando que levantan sospechas cuando salen a la calle.

El asesinato del pasado 1 de diciembre de Ibolya Ryan, de 47 años, en un baño Boutik Mall, no sólo ha sacudido a la nación y a la comunidad internacional, sino que creó un sentido de temor entre los residentes.

La desconfianza se agravó por el hecho de que la presunta asesina de Ryan era una mujer emiratí velada, como se vio en los vídeos del ataque que se publicaron por el Ministerio del Interior Emiratos Árabes Unidos.

Pañuelos y velos son comúnmente usados por las mujeres musulmanas en el mundo árabe. Mientras que los pañuelos y la ropa modesta son predicadas en el Islam, el niqab no es obligatorio y, a menudo se usa debido a normas tradicionales.

Las mujeres que usan abayas explicaron al diario Gulf News que han recibido miradas sospechosas de personal de seguridad y de los usuarios en muchos centros comerciales del país. Estos casos han sido reportados no sólo en la capital sino también en otros emiratos.

Delitos públicos, como el apuñalamiento en un centro comercial son prácticamente desconocidos en los Emiratos Árabes Unidos, que cuenta con un sólido historial de seguridad en todo el país. Los funcionarios de inteligencia encargados de hacer cumplir la ley llevaron a cabo una investigación rápida y cuidadosa que condujo a la detención de la sospechosa emiratí, dentro de las 48 horas del ataque brutal.

A pesar de ello el miedo persiste, y tal vez es más palpable en la zona del crimen. Según relata Gulf News cuando una reportera de su periódico vistió abaya y visitó el Boutik Mall, fue seguida por personal de seguridad. Muchas mujeres también dejaron el baño cuando la vieron en el interior, mientras que otros se alejaron cuando trató de acercarse.

El efecto también se ha dejado sentir en otras ciudades. Una investigadora de Sudán, dijo que había estado utilizando un baño público en un centro comercial en Dubai cuando una mujer entró y exigió que todas las mujeres con velo se fueran.

"La mujer tal vez lo dijera bromeando, pero me sentí ofendida en nombre de todas las mujeres con velo. La mayoría de las mujeres que usan abayas y niqab son residentes decentes que están igualmente consternadas por el incidente, pero por desgracia esto ha tenido efectos de largo alcance sobre ellas", comentó la sudanesa vecina de Ras Al Khaimah.

Un residente que ha vivido en la capital durante más de 20 años, dijo que por primera vez, está preocupado por encontrarse con mujeres con velo, especialmente en los entornos de centros comerciales.

"Puede sonar descabellado, porque este es el primer caso de este tipo en los Emiratos Árabes Unidos, pero me preocupa que no haya una comprobación de la identidad. Mi madre y mi hermana, sin embargo también usan la abaya, así que sé que también se han visto afectadas por las miradas furtivas de otras personas cuando salen a la calle", manifestó Mohammad, de 25 años.

Sin embargo los funcionarios de las instalaciones comerciales más conocidas de la capital dijeron que no han aumentado la seguridad tras el asesinato.

Las mujeres con velo se enfrentan a la desconfianza en Emiratos
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