Cristina González (en la foto de la noticia) portó la bandera de España en la presentación de las selecciones que compiten este viernes en el Mundial de 100 kilómetros en Doha (Qatar). Ilusionada y comprometida la gallega, formará en la carrera como la primera mujer española que acude a un campeonato del mundo de esta distancia.
La atleta como el resto de féminas que competirán en la prueba por alzarse con las medallas, se vieron sorprendidas por un indignante veto. Qatar les prohíbe competir con el top y la braga técnicas propias del atletismo, según explica la atleta en su página de Facebook, las autoridades del país no le permiten competir con el uniforme nacional femenino habitual, compuesto por un top y unas mallas cortas.
Lo hará con una camiseta y un pantalón de prestado, "mucha vaselina" y la esperanza de que el sol sea indolente. Durante la prueba, pese a encontrarse la zona en pleno otoño, se prevén máximas de 28 grados con un porcentaje de humedad notable. "Parece ser que es por la 'cultura' del país", escribe en la red social el familiar que la administra y publican diversos medios de comunicación españoles, abriendo la primera polémica alrededor de Qatar después de la designación del emirato como sede del Mundial de atletismo de 2019 por delante de Barcelona y Eugene.
Precisamente, durante la presentación de la candidatura en Mónaco hace dos días, se abrieron dudas sobre las libertades de las mujeres participantes en el evento aunque, visto el sentido de los votos, éstas debieron de ser resueltas.
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