15 de marzo de 2025, 12:30
Una árabe de 35 años ha sido condenada a diez años de prisión y al pago de una multa de 100.000 dirhams (aproximadamente 27.200 dólares) por posesión y consumo de drogas, según ha informado el Tribunal Penal de Dubai. Además, las autoridades han ordenado su deportación una vez cumpla su condena.
El tribunal también le impuso una prohibición de dos años sobre las transacciones financieras de la acusada, lo que le impedirá transferir o depositar dinero sin la aprobación previa del Banco Central de Emiratos Árabes Unidos (EAU), en coordinación con el Ministerio del Interior.
Los registros judiciales indicaron que el caso se inició en abril del año pasado, cuando la Unidad Antinarcóticos de la Policía de Dubai recibió un aviso sobre las actividades ilícitas de la mujer en la zona de Al Twar, cerca de la estación de Metro Al Qiyadah. Durante las investigaciones, se descubrió que la acusada adquiría narcóticos a través de diversas plataformas de redes sociales, transfiriendo pagos a cuentas bancarias locales antes de recibir instrucciones sobre dónde recoger las sustancias.
Un agente de policía involucrado en el caso detalló que la mujer había realizado recientemente una compra de drogas valorada en 500 dirhams, originando una transferencia a una cuenta bancaria. Posteriormente, recibió un mensaje de WhatsApp que le indicaba el lugar para recoger las sustancias.
La policía montó un operativo encubierto y logró arrestarla cerca de su domicilio mientras conducía. Un registro de su vehículo reveló la presencia de cantidades significativas de sustancias prohibidas. Las pruebas forenses confirmaron su consumo de drogas y, durante el interrogatorio, la joven admitió haber adquirido los narcóticos de una persona situada fuera del país. Con base en estas evidencias, el tribunal la declaró culpable y dictó sentencia.
El tribunal también le impuso una prohibición de dos años sobre las transacciones financieras de la acusada, lo que le impedirá transferir o depositar dinero sin la aprobación previa del Banco Central de Emiratos Árabes Unidos (EAU), en coordinación con el Ministerio del Interior.
Los registros judiciales indicaron que el caso se inició en abril del año pasado, cuando la Unidad Antinarcóticos de la Policía de Dubai recibió un aviso sobre las actividades ilícitas de la mujer en la zona de Al Twar, cerca de la estación de Metro Al Qiyadah. Durante las investigaciones, se descubrió que la acusada adquiría narcóticos a través de diversas plataformas de redes sociales, transfiriendo pagos a cuentas bancarias locales antes de recibir instrucciones sobre dónde recoger las sustancias.
Un agente de policía involucrado en el caso detalló que la mujer había realizado recientemente una compra de drogas valorada en 500 dirhams, originando una transferencia a una cuenta bancaria. Posteriormente, recibió un mensaje de WhatsApp que le indicaba el lugar para recoger las sustancias.
La policía montó un operativo encubierto y logró arrestarla cerca de su domicilio mientras conducía. Un registro de su vehículo reveló la presencia de cantidades significativas de sustancias prohibidas. Las pruebas forenses confirmaron su consumo de drogas y, durante el interrogatorio, la joven admitió haber adquirido los narcóticos de una persona situada fuera del país. Con base en estas evidencias, el tribunal la declaró culpable y dictó sentencia.