María Hernández, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras en la región de Tigray, Etiopía, ha sido asesinada en un ataque en el que también han fallecido otros dos trabajadores de la organización. "Perdimos contacto con ellos y el coche en el que viajaban este jueves por la tarde y la mañana del viernes el vehículo ha sido hallado vacío y, a unos metros de distancia, sus cuerpos sin vida", ha señalado la ONG.
María Hernández, de 35 años de edad y originaria de Madrid, inició su trabajo en MSF en 2015 en la República Centroafricana y desde entonces había trabajado en Yemen, México y Nigeria. Los otros dos fallecidos son Yohannes Halefom Reda y Tedros Gebremariam Gebremichael, ambos etíopes. El primero era asistente de coordinación, tenía 31 años y se había unido a la organización en febrero. Tedros, de 31 años, llevaba como conductor de MSF desde mayo.
"El ataque tendrá consecuencias dramáticas para la asistencia a las poblaciones a las que María, Yohannes y Tedros servían. Trabajaban en Tigray, una región azotada por el conflicto bélico. Nada de lo que escribamos servirá para transmitir toda nuestra tristeza e indignación", ha dicho la organización humanitaria.
La región del Tigré es escenario de un conflicto armado entre el Frente de Liberación Popular de Tigré (FLPT) y el ejército etíope, que el martes bombardeó un mercado de la región. En el ataque murieron 64 personas.
Las hambrunas derivadas de la guerra han incrementado el flujo de ayuda humanitaria, tanto en materia de salud como alimentos.
