Una mujer árabe de 45 años fue sentenciada a seis meses de prisión por lanzar comentarios racistas a un guardia de construcción en la zona de Al Nahda, y también por hacer comentarios antirreligiosos. Incluso dañó la propiedad de otros.
Según los detalles del caso, la acusada se acercó a un guardia de turno y le pidió que abriera la puerta de una habitación, mientras él estaba realizando las oraciones de la mañana.
El guardia se negó a la solicitud y le explicó que no tiene la autoridad para derribar puertas.
En el informe de investigación, el guardia declaró ante el Ministerio Público que la mujer regresó después de cinco minutos mientras él estaba sentado y lo acosó, lo empujó varias veces antes de golpearlo en la cabeza por detrás. Luego insultó su religión y usó un lenguaje racista.
Agregó que más tarde fue a la recepción del edificio y destruyó tres monitores de CCTV de tamaño mediano y cables de conexión por valor de 3.344 dirhams. "Tiró las pantallas al suelo y las rompió, dejándolas inutilizables".
Mientras la víctima intentaba proteger las pantallas y alejarlas de ella, lo mordió con fuerza en el antebrazo izquierdo, donde sufrió una herida superficial.
Luego llamó a la policía que arrestaron a la árabe tras confesar su delito.
