viernes. 19.04.2024

La joven española Carla Julián sufrió en primera persona el incendio que se desató en Sulafa Tower el 20 de julio. El fuego alcanzó varios pisos del rascacielos de 75 plantas, situado en Dubai Marina. Afortunadamente las llamas no causaron víctimas humanas, pero sí afectaron a animales y provocaron cuantiosos daños materiales.

Carla relata que escuchó la alarma anti incendios de la torre y recibió una llamada telefónica vecinal confirmando el aviso. Asegura que el fuego se localizó, en un primer momento, en los áticos en torno al piso 61 y que el viento pudo hacer que el fuego diera un giro. Todavía hoy la fachada del edificio muestra las negras huellas de las llamas. 

“Uno no piensa que hay fuego en su edificio; salí al pasillo y vi que el humo estaba bajando”, recuerda mientras confiesa que cuando “sientes el fuego, te asustas”, más aún si resulta que va acompañado del insistente sonido de las sirenas de bomberos. 

La residente española, instructora de yoga, explica cómo pudo bajar enérgicamente las escaleras con su gata en brazos. Hizo rápidamente “una bolsa con las cosas más importantes” y, junto a su mascota, Miss Bradshaw, abandonó su piso, situado en la planta 23. Varios residentes bajaron las escaleras al mismo tiempo que ella. “Por suerte -subraya- otros vecinos estaban de viaje o en sus oficinas” en el caluroso mediodía de julio. 

Carla, siempre con su gata, logró finalmente escapar del edificio en llamas y llegar hasta la calle. Allí la temperatura era aún mayor que otros días. De hecho, la joven todavía tiene presente “el calor del asfalto, el calor humano, el calor de las ambulancias y de los vehículos de la Policía, de los Bomberos...”. 

Hoy el acceso al edificio sigue acordonado, pero Sulafa Tower, que continúa en fase de limpieza, parece volver a la normalidad. Carla no sufrió daños materiales en su vivienda y pudo regresar relativamente pronto, pero sabe de otros que lo perdieron todo o casi todo. Afirma que el perro de un vecino “estuvo un poco malito, afectado por el humo”, y que otros animales de compañía corrieron peor suerte, como los gatos de una vecina de arriba.

Fue tal el impacto que recibió que no dudó en ofrecerse a acoger algunas mascotas, ya que sus dueños no se encontraban en casa en el momento de desatarse el incendio. Y afirma que si muchos animales se salvaron fue porque “los bomberos trabajaron duro y los sacaron; bajaron incluso a pajaritos en sus jaulas”. “Si no habías sacado tu animal, ellos lo rescataban”, puntualiza.

Tras el shock de lo vivido, Carla Julián reconoce que, debido a su fortaleza física y mental, no se paralizó por el miedo. Sin embargo, al dejar el edificio atrás pensó lo duro que habían sido esos momentos. Ahora, Carla sonríe. Pero sabe que solo el tiempo conseguirá apagar aquel fuego de su memoria.

La española Carla Julián relata cómo escapó del incendio de Sulafa Tower en Dubai Marina
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