La vida familiar del presidente ruso Vladímir Putin, que este jueves cumplió 68 años, está blindada. Tanto es así que la prensa rusa tiene prohibido publicar nada que forme parte de su privacidad. Lo que sucedió con el diario ruso Moskovski Korrespondent es un ejemplo de la suerte que corren quienes violan ese precepto. Hace años, el rotativo publicó una información asegurando que el líder ruso se había separado de su esposa Liudmila debido a la relación sentimental que mantenía con la joven Alina Kabayeva, a la que lleva 31 años de diferencia y ex campeona mundial de gimnasia rítmica. Poco después se divulgó la información de que la joven esperaba un hijo de Putin. El periódico desapareció de repente, según la versión oficial, por "problemas financieros" y Kabáyeva desapareció de las páginas de la prensa.
La medallista de oro olímpica Kabayeva, de 37 años, no ha sido vista desde 2018 cuando se dice que tenía dos meses de embarazo.
Se cree que la medallista de oro olímpica dio a luz a dos niños en abril pasado en una clínica de Moscú. Y crece la preocupación de que haya desaparecido.
Alina, ex diputada del partido Rusia Unida del presidente Putin, una vez posó semidesnuda en una revista.
Además, la deportista es jefa de National Media Group, que ganó un contrato exclusivo para transmitir contenido de Netflix.
Una fuente de Moscú le dijo al diario británico The Sun: “Putin es un hombre intensamente reservado, ha estado escondiendo a sus dos hijas adultas bajo identificaciones falsas durante años". Se refiere a Mariya y Yekaterina, las hijas que tuvo con Lyudmila Shkrebneva, con la que estuvo casado entre 1983 y 2013. Una de ellas es la que se puso la vacuna rusa contra el coronavirus.
