El histórico Palacio Al-Dhait, que durante más de tres décadas había estado sumido en el abandono y envuelto en mitos sobre "genios" y "fantasmas", ha reabierto sus puertas como un vibrante museo y centro cultural. Esta transformación fue posible gracias a un meticuloso proyecto de restauración que devolvió al edificio su esplendor arquitectónico y artístico, convirtiéndolo en un atractivo turístico tanto para residentes como para visitantes internacionales.
El propietario del palacio, Tariq Al-Sharhan, compartió con Emirates Today que su pasión por las antigüedades y su amplia colección de más de 100.000 piezas raras le motivaron a adquirir el inmueble, convencido de que era una “obra maestra olvidada”. Al-Sharhan enfatizó que su objetivo era revivir la visión original del jeque Abdulaziz bin Humaid Al-Qasimi al construir el palacio entre 1985 y 1991.
A pesar de su estado deteriorado, la curiosidad popular por el palacio creció durante la rehabilitación, impulsada por vídeos no autorizados que aparecieron en redes sociales, posicionándolo como uno de los lugares más inquietantes de la región. Sin embargo, desde su apertura oficial como museo en 2019, esta imagen ha sido significativamente modificada, atraído a un número creciente de turistas y residentes.
Al respecto, Al-Sharhan explicó que los rumores de embrujos eran infundados y relacionados con la estética peculiar del edificio durante años de abandono, situado en una duna aislada. La restauración, que tomó un año y requirió técnicas especializadas, ha sido clave para desmitificar el lugar y resaltar su importancia cultural, al tiempo que organiza eventos, como subastas mensuales de antigüedades.
Con una afluencia de miles de visitantes, el palacio no solo ha desvanecido el mito del "palacio embrujado", sino que también ha renacido como un hito iluminado y un destino artístico en Emiratos Árabes Unidos, cumpliendo así el legado del jeque Al-Qasimi.
