Un hombre asiático de 39 años fue declarado culpable de robar 7.500 dirhams de un automóvil de una empresa, pero cuando el Tribunal Penal de Ajman escuchó que lo hizo porque su madre estaba enferma, fue sentenciado a solo tres meses de cárcel.
El asiático ni siquiera usó todo el dinero que robó, ya que solo necesitaba enviar 1.000 dirhams para el tratamiento inmediato de su madre. Después de enviar la cantidad exacta enterró el resto del efectivo en un área desértica, según los registros.
El efectivo guardado en el automóvil pertenecía a una empresa especializada en el envasado de especias. El conductor declaró que dejó el vehículo con el motor en marcha frente a su oficina para recoger algunos documentos.
Cuando regresó unos minutos más tarde, notó que faltaba el dinero, por lo que inmediatamente presentó una denuncia en la comisaría de policía.
Los oficiales revisaron las imágenes de las cámaras de CCTV en el sitio y vieron al acusado robando el efectivo del automóvil y tirando el envase a la basura.
Cuando se enfrentó con la evidencia, el acusado confesó el delito y explicó su razón.
Teniendo en cuenta las circunstancias difíciles en las que se encontraba el acusado y el hecho de que nunca tuvo antecedentes penales, el tribunal decidió mantener una condena en la cárcel mínima.
