En la columna anterior, hablaba de la tradición colombiana de las velitas e incluí, algunas canciones colombianas sobre esa bella costumbre, lo que me lleva hoy a recordar algunos clásicos colombianos en la música, que son infaltables a la hora de celebrar las fiestas navideñas. El tema puede ser inagotable, pero aquí me centraré en tres figuras básicas de cualquier celebración navideña en Colombia, empezando por dos centenarios, Lucy Figueroa y Guillermo Buitrago, cerrando con uno más reciente, Rodolfo Aicardi, todos infaltables en la discografía de fin de año.
Empecemos por las damas. Si se pregunta a cualquier colombiano por la cantante Lucy Figueroa, posiblemente no la identifiquen, pero automáticamente lo harán si escuchan la canción 24 de diciembre, con un estribillo que se convirtió en toda una declaración de intenciones infaltable en nuestro país: Llegó diciembre con su alegría, mes de parranda y animación…
Lucy Figueroa nació en Palmira (Valle del Cauca) en 1924 y desde muy joven se convirtió en cantante de bambucos, rancheras y tangos, pero curiosamente la fama nacional le llegaría con una canción de lo que se ha denominado música parrandera paisa, porque se suele pensar que la música que llamábamos bailable era patrimonio de la Costa Caribe, pero en aquellas primeras décadas del siglo XX y gracias a que una de las primeras disqueras tenía sede en Medellín, se comenzó a difundir la música parrandera.
24 de diciembre, fue compuesta en 1938 por Francisco “el Mono” González (como hemos explicado varias veces, los monos en Colombia son los rubios) y aunque tuvo versiones previas, la que se quedó en el corazón y memoria de todos ha sido la que grabó Lucy Figueroa en 1954. Si se escucha con atención la letra, hay incluso una crítica a quienes en ese momento imitaban la moda estadounidense del árbol de navidad.
Cuando escuchaba a Guillermo Buitrago, me imaginaba a un hombre mayor, posiblemente porque ha sido una voz infaltable en nuestras navidades, pero resulta que fue un compositor y cantante que se fue muy joven, apenas con 29 años, pero la vida le alcanzó para convertirse en pilar fundamental del ritmo del vallenato. Buitrago nació en Ciénaga, Magdalena en 1920 y murió en la misma localidad en 1949.
Guillermo Buitrago con Julio César Bovea, fue de los primeros en grabar la música vallenata, especialmente canciones del clásico Rafael Escalona, en una época en que el vallenato se interpretaba con guitarra y sin acordeón. Buitrago tuvo mucho éxito, además por su figura física, pues también era un simpático mono de ojos claros. Canciones como Regalito de Navidad o La Víspera de Año Nuevo, son infaltables por estos días.
Cerramos con un cantante mucho más reciente, pero también ya fallecido, Rodolfo Aicardi, quien hizo historia con el conjunto Los Hispanos. Aicardi nació en 1946 en Magangué (Bolívar) y falleció en Medellín (Antioquia) en 2007. Empezó su carrera discográfica en 1967, grabando su primer trabajo con Discos Fuentes, legendaria empresa discográfica colombiana.
Rodolfo Aicardi tiene cientos de canciones grabadas y como dato curioso, triunfó en Europa, gracias a su versión de Colegiala, que fue uno de los mayores éxitos en Francia, debido a que fue la banda sonora de un comercial que por aquella época se proyectaba en los cines y la televisión. Los franceses se engancharon a la melodía y a la voz de Rodolfo, así no entendieran la letra. Debe aclararse que la canción es del compositor peruano Walter León Aguilar, pero muchos creen que es colombiana por la versión de Aicardi. El éxito fue de tal magnitud que Rodolfo y la Típica RA7 el conjunto que tenía en ese momento, se presentaron en el teatro Olympia de París, alternando con Charles Aznavour.
En cuanto a canciones navideñas de Rodolfo Aicardi, podemos recordar Cantares de Navidad o Feliz Nochebuena, entre otras.
Espero que disfruten de estas canciones navideñas colombianas y recuerden a sus grandes intérpretes. Sea el momento, de desear a todos los lectores, unas felices fiestas navideñas, en compañía de sus familiares y allegados. Que no sólo sean un motivo de festejo y descanso, también de agradecimiento, reflexión y momento para recargar baterías. Gracias por el regalo de su lectura y compañía.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En lo que sigue llamando Twitter lo encuentran como @dixonmedellin y explora el cielo azul en Bluesky como @dixonacostamed.bsky.social.
