viernes. 19.04.2024

Casando distintos estilos

"¿Puede funcionar bien una pareja mixta? Durante muchos años he pensado que sí"

Rebuscando entre textos antiguos he encontrado en mi blog una reflexión que me planteaba hace unos años. No tenía claro si una relación con un musulmán estaba condenada al fracaso. En su día dejaba la pregunta abierta, yo misma no tenía respuesta. Hoy sí. Comparto la entrada antigua y, a continuación, mi experiencia al respecto.

"Doha, a 29 de mayo de 2013. Durante los seis meses que llevo aquí hemos estado trabajando en edificios proyectados con lo que llamamos 'qatari style'. Con la estética de aquí, unas técnicas constructivas basadas en la tradición y costumbres del lugar y una manera de organizar propia de Oriente Medio. Y yo me pregunto, ¿podríamos mezclar estilos?

Me viene a la cabeza una tendencia artística de arquitectura que se caracterizaba por yuxtaponer elementos de distintas épocas de la historia y de diferentes estilos. El Eclecticismo. Algunos arquitectos de occidente proyectaron edificios eligiendo lo que consideraban “lo mejor” (¿de cada casa?). El caso es que ecléctico significa escogido.

Con la globalización parece que las fronteras de difuminan y que no existen tantas diferencias entre zonas culturales. Pero sí las hay. Lo dice una europea que vive en Oriente Medio. Nos enriquecen, nos ayudan a aprender, a crecer, a cambiar nuestro punto de vista… en definitiva, son positivas. Pero haberlas, haylas.

¿Podríamos diseñar un edificio eligiendo lo mejor de cada estilo a nivel de forma, de estética, de apariencia? ¿Y podríamos seleccionar las técnicas constructivas, estructurales, etcétera, que mejor funcionaran? ¿Y la forma de proyectar, de organizar y de construir la obra? Sería una buena mezcla, ¿verdad? Creo que sí se puede. Es más, estoy segura de que existen numerosos ejemplos.

Lo difícil viene ahora, ¿podemos mezclar personas? Mantengo amistad y relaciones con personas árabes y musulmanas excepcionales. Funcionan más que bien. No me cabe ninguna duda. Podemos mezclar amigos.

La cuestión es, ¿puede funcionar bien una pareja mixta? Durante muchos años he pensado que sí. Imaginemos una relación donde una persona es árabe y su religión se basa en el Corán. Y la otra persona es occidental. Por ejemplo, de Europa. No diré que es cristiano o cristiana porque lo más característico de la mayoría de nosotros es la cultura y no la religión. Pues siempre he estado convencida de que sí. Y no era un pensamiento gratuito, estaba basada en una experiencia personal muy profunda.

Ahora me veo viviendo en la Península Arábiga, teniendo amigos europeos y árabes. Y tratando con parejas mixtas. Y me vuelvo a preguntar, ¿esta diferencia cultural condena irremediablemente la relación al fracaso? Y quiero pensar que no. Y quiero recordar que con amor, con tolerancia y con respeto se pueden superar las dificultades, establecer puentes y acabar teniendo una relación rica. Y se puede, incluso, establecer una familia multicultural.

En otras ocasiones pienso que la cuestión es muy delicada. Que el entendimiento consume mucha energía y que hay  diferencias realmente considerables.

Las parejas mixtas me provocan una sensación de ternura, de admiración y de tristeza. La tristeza es porque conozco las barreras que ambos necesitan superar para mantener una relación cordial y con éxito.

En definitiva, quiero creer que sí es posible que una relación entre un musulmán y una europea tenga éxito (digo musulmán-europea porque son los casos que conozco). Pero si soy sincera… no lo tengo claro. ¿Tú qué piensas? Eso sí, si vas a responder o a responderte, hazlo sin prejuicios. Intenta ser subjetivo o subjetiva y tener un tono tolerante. Así que, ¿tú qué opinas?"

Han transcurrido más de tres años. Para lanzar mi veredicto podría hacer alusión a parejas mixtas de mi alrededor que funcionan. Como mi amigos –egipcio él y ella, española- que se casaron y hoy tienen una hija. Pero voy a basarme solo en mi experiencia. Y la respuesta es sí. Una relación puede funcionar dependiendo de las personas que la formen. Tuve un amigo palestino con el que la religión o la cultura no habría supuesto ninguna traba. Y la confirmación absoluta: el americano con el que salgo. Cuando estoy con él ni siquiera me acuerdo de que es árabe o musulmán. Definitivamente no, con determinadas personas, la cultura o la religión no suponen ningún tipo de problema.

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