La economía de los países árabes constituye aproximadamente el 5 % del PIB mundial, destacándose Egipto y Arabia Saudí como dos de las 20 principales economías globales, aportando el 27 % y el 24 % respectivamente a la economía regional.
En este contexto, Qatar destaca como el país más rico de la región y el cuarto del mundo en términos de PIB per cápita.
Según un informe de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO), la renta per cápita media en los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) -Qatar, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Omán- supera la media global.
Emiratos Árabes Unidos ocupa el segundo lugar en riqueza regional y el duodécimo a nivel mundial, mientras que Baréin se sitúa en la posición 26.
A pesar de que Qatar es clasificado como el más próspero, ocupa el tercer puesto en bienestar material, medido a través del consumo individual real (AIC) per cápita.
Este indicador proporciona una visión más precisa del nivel de vida al ser una herramienta útil para evaluar el bienestar material de las personas en economías con una renta baja, a diferencia del PIB per cápita.