Muchas veces hemos hablado en esta sección de las distintas modalidades de inversión, ya sean de contribución regular o no, en instrumentos de ahorro a corto o largo plazo, en plataformas de inversión o en productos de aseguradoras. Es importante reseñar no obstante que existen inversiones que además añaden beneficios adicionales, pudiendo darse el caso de que la prioridad sea el beneficio adjunto a la inversión más que el retorno de la inversión en sí mismo.
Algunos ejemplos serían las inversiones que permitan mitigar el impacto fiscal de diversos impuestos como el de sucesiones y donaciones, por citar alguno de los casos más habituales. De igual manera la adquisición de doble nacionalidad a través de un pasaporte con condiciones más ventajosas personales o familiares suele ser otro de los casos habituales a la hora de invertir en busca de beneficios adicionales. Es este último el ejemplo que vamos a desarrollar debido al auge que están teniendo, propiciado en gran manera por la crisis financiera y la necesidad de los países de buscar fuentes de financiación no habituales.
En las últimas semanas, por ejemplo, numerosos medios de comunicación se han hecho eco de la actualización de los Índices de Pasaportes, un ránking que clasifica la fortaleza de los pasaportes a través de diferentes aspectos, entre ellos el número de países a los que se puede viajar sin necesidad de visa previa.
Hoy en día numerosas personas ya gozan de doble nacionalidad. Conseguir ese segundo pasaporte no es algo exclusivo o una misión imposible sino algo cada vez más popular. Muchos países ven en esos programas una posibilidad para atraer inversión extranjera y en muchos de ellos no es necesario residir en el país (ni siquiera visitarlo) ni tener que realizar prueba de idiomas.
Reino Unido, a través de la Visa de Emprendedor, Estados Unidos, con el Programa EB5, países del Caribe como Santa Lucía o Dominica y en Europa como Malta, Chipre o Bulgaria ofrecen la posibilidad de conseguir un segundo pasaporte en menos de cuatro meses y con condiciones económicas muy atractivas.
Es importante que los programas estén reconocidos de manera legal a través de la constitución de los diferentes países y huir de alternativas económicas de dudosa legalidad.
A las de sobra conocidas ventajas a la hora de disfrutar de una segunda nacionalidad -ventajas fiscales, facilidad de viaje, posibilidad de vivir y trabajar en otros países, acceso a educación, etc- se suma ahora la posibilidad de invertir el dinero en Bonos del Gobierno o Inversiones Inmobiliarias con retornos seguros de la inversión.
Con una inversión de 500.000 euros en Bienes Inmuebles en Bulgaria, por citar solo un ejemplo, sin necesidad de residir en el país o aprender el idioma, se podría conseguir un pasaporte Europeo en cinco años que otorgaría el derecho tanto al solicitante como a su familia de vivir, trabajar, tener acceso a educación y sanidad gratuita en cualquier país de la Unión Europea o Reino Unido.
Además y después de cinco años, se podría recuperar la inversión con unas ganancias estimadas de más de un 25% sobre la inversión inicial.
Si se pretende buscar una solución más exótica, con ventajas fiscales más atractivas y que proporcionen libertad a la hora de viajar a Europa o Reino Unido sin necesidad de visa, las islas en el Caribe como Dominica o Santa Lucía son magníficas opciones.
En menos de cuatro meses y sin tener que visitar el país, ofrecen programas desde 100.000 dólares destinados a fondos del gobierno consignados a beneficiar proyectos locales y programas para la creación de empleo y subvenciones sociales.
Es un hecho que la popularidad de estos programas de inversión aumenta día a día. Por tanto pueden ser una buena alternativa para aquellos que buscan los beneficios de la doble nacionalidad junto con el retorno de su inversión.
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