sábado. 20.04.2024

El caso de un jubilado británico de 74 años de edad, que se enfrenta a 350 latigazos tras ser sorprendido con botellas de vino en su casa en Arabia Saudita ha puesto de relieve que los expatriados en el país están dispuestos a consumir a pesar del riesgo en el estricto país islámico.

A causa de una reacción negativa de los ciudadanos del Reino Unido, el Gobierno de David Cameron anunció este martes que había retirado su oferta por 5,9 millones de £ (8.980.000 dólares estadounidenses) de contrato con Arabia Saudí para suministrar formación a los servicios penitenciarios del reino.

Mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido afirma que el consumo de licor en Arabia es ilegal y las "sanciones por la posesión o el comercio de alcohol son graves", muchos extranjeros optan por ignorar las advertencias.

Aquellos que son sorprendidos consumiendo alcohol se enfrentan hasta 500 latigazos, la cárcel y / o deportación. Peter Mutty, un ingeniero australiano, fue capturado el año pasado con dos cartones de cerveza, una caja de vino tinto y una caja de vino blanco en su coche mientras conducía a su casa en Riad. Fue condenado a seis meses de cárcel y 75 latigazos. Recibió 28, pero la crítica principal de Mutty fue su afirmación de que él no fue bien tratado ya que otros expatriados capturados por el mismo delito simplemente fueron deportados.

A pesar de su terrible experiencia, Mutty no culpa a las autoridades saudíes: "yo no tendría ningún problema en volver a Arabia Saudí para trabajar ... conocía las leyes del país. Firmé un documento en el que entendía las normas y la prohibición del alcohol se encontraba entre ellas, por lo que en otras palabras, sabía lo que estaba haciendo", añadió el australiano.

Entonces, ¿porqué los expatriados beben alcohol? Según declararon los extranjeros al diario Arabian Businesslos ingredientes para hacer bebidas alcohólicas caseras, como el zumo de pomelo, azúcar, cerveza sin alcohol y la levadura están fácilmente disponibles en los supermercados locales. También afirman que muchas áreas diplomáticas y edificios poseen a menudo bebidas alcohólicas, probablemente amparados por la inmunidad diplomática.

Las botellas de alcohol, como las de vodka, se intercambian en el país por 150 dólares, el comercio clandestino en Arabia es moneda corriente. En 2003, un grupo de expatriados británicos fueron condenados a ser decapitados después de que fuesen declarados culpables de estar involucrados en una sangrienta guerra territorial entre bandas rivales que trataban de controlar el comercio lucrativo del alcohol. Tras una intervención por parte del gobierno de Londres, fueron indultados por el fallecido rey Fahd.

Sin embargo, a pesar de los altos riesgos, el comercio ilegal continúa. Sólo el mes pasado, los funcionarios de aduanas de Abu Dhabi incautaron más de 30.000 botellas de alcohol en un camión en la frontera entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. El uso de equipos de escaneo reveló que las cajas de manzanas eran en realidad bebidas prohibidas.

Algunos expatriados se arriesgan, como es el caso ocurrido el mes pasado de un hombre que fue detenido por funcionarios de aduanas saudíes viajando de vuelta de Bahrein. Cuando fue registrado se le encontraron 12 botellas de alcohol cosidas en sus pantalones.

Hay pocos datos oficiales sobre el nivel de consumo de alcohol en el reino de Arabia, pero las cifras estimadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan un consumo de alcohol per cápita en Arabia Saudita de 0,34 litros de alcohol puro por persona por año. En comparación con los 0,52 litros por persona y año en Emiratos Árabes Unidos y los 13,24 litros por persona al año en el Reino Unido.

Un informe de 2003 de la OMS sobre el alcohol también destacó algunos hechos y cifras interesantes. Se estima que el grado de consumo de alcohol en Arabia Saudita es "considerable" y que los datos de los últimos cinco años sugieren una tendencia estable en su consumo.

También se refirió a un estudio realizado en un hospital de Riad en marzo de 1998, la muestra a 160 varones mayores de 20 años, encontró que el alcohol era consumido por el 23,75 por ciento de los pacientes.

Una cosa que puede sorprender a muchos es que las reuniones de Alcohólicos Anónimos (AA) se celebran con asiduidad en Arabia Saudita y poseen clínicas de rehabilitación que están claramente diferenciadas. Un organizador que habló con el periódico manifestó que a las reuniones acudían personas de todas las nacionalidades, entre ellas saudíes locales. Una tendencia que también señalaron fue el aumento de sesiones correspondientes sólo a las mujeres.

El caso del jubilado inglés, actualmente en los titulares de periódicos en el Reino Unido, es poco probable que sea el último de las historias que salen a la luz, sobre todo porque los expatriados continúan asumiendo el riesgo al beber alcohol en Arabia.

Un británico de 74 años se enfrenta a 350 latigazos en Arabia
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