El presidente iraní Hassan Rouhani se reunió con el sultán Qaboos en Muscat este miércoles, antes de viajar por primera vez desde que asumió el cargo a Kuwait para nuevas conversaciones destinadas a reducir las tensiones con los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
"El objetivo de la visita de Rouhani a Muscat es consultar con Omán la manera de que Irán pueda terminar con la hostilidad que existe con otros países de la región árabe", un diplomático iraní en Muscat declaró al diario The Nacional.
"Las cuestiones sectarias no deben establecerse entre Irán y los países del Golfo, y el fondo de esta visita es para buscar una solución pacífica y duradera en la región que beneficiaría a todos", añadió.
El viaje a Muscat y Kuwait se produce después de que, a finales de enero, el ministro kuwaití de Exteriores, Sabah Jaled al Sabah, tratara en Teherán de lograr un acercamiento entre la República Islámica y otros países del Golfo rivales.
Por su parte, el encargado de Comunicación de la Presidencia, Parviz Esmaílí, explicó que el objetivo principal de la gira es el desarrollo de las relaciones con Omán y Kuwait tanto a nivel gubernamental como en el sector privado.
En sus reuniones con el sultán omaní, Qabus bin Said, y el emir kuwaití, Sabah al Ahmad al Sabah, Rohaní también revisará asuntos regionales, dijo Esmailí, según declaraciones citadas por la agencia oficial IRNA.
Rohaní viajó el miércoles por la mañana a Muscat, acompañado de algunos ministros y asesores, así como representantes del sector privado, y desde allí se dirigió a Kuwait.
En Kuwait, el presidente iraní se entrevistará asimismo con el primer ministro de ese país, Yaber Mubarak al Sabah.
Durante su visita a Irán el pasado 25 de enero, el jefe de la diplomacia kuwaití afirmó que todos los países deben "dejar de lado sus diferencias y eliminar los malentendidos existentes para ayudar a restablecer una atmósfera de calma mediante el diálogo".
Poco antes, Rohaní había reconocido que una decena de países, entre ellos Kuwait, ha intentado mediar entre Irán y Arabia Saudita, dos históricos rivales en Oriente Medio.
El presidente dijo que su país quiere unas relaciones "buenas" con sus países vecinos, incluido Arabia Saudita, así como "la paz y la estabilidad" en Oriente Medio.
Arabia Saudita y otras monarquías del golfo Arábigo como Bahréin acusan además con frecuencia a Teherán de injerir en sus asuntos internos, un punto negado por Irán.
