El Sultanato de Omán cumplió este viernes el 46 aniversario de su independencia con un protagonista, su jefe de Estado, el sultán Qabús bin Said, que desafió los rumores de su mal estado de salud presidiendo, con mando en plaza, el desfile militar que tuvo lugar en Al Sumood in Halban. Esta era su primera aparición pública en casi un año.
Qaboos volvió a Omán en abril de este año después de un viaje a Alemania, donde fue sometido a exámenes médicos. Se había pasado previamente ocho meses en el país europeo por razones médicas.
Omán es un país musulmán estratégico para la estabilidad del golfo Arábigo, con unas relaciones históricas sólidas con sus vecinos suníes (Arabia Saudita y Yemen) y el chií Irán. Con 3,3 millones de habitantes y un 60 por ciento de la extensión de España (309.000 km cuadrados), el 85 por ciento de su población practica el Islam ibadí, abierto y tolerante con otras religiones. La Navidad se celebra en su capital Muscat, por ejemplo, entre la comunidad cristiana.
La parada militar realizada en la explanada del Muaskar Al Somoud de las Fuerzas Especiales del Sultán, en Muscat, demostró la cohesión nacional y la disposición de todas las instituciones armadas para defender la soberanía de esta nación del Golfo.
Autoridades gubernamentales señalaron que la participación de efectivos de las Fuerzas Armadas y las Especiales del Sultán y de la Guardia Real de Omán y la Policía Real, fue un simbolismo de la unidad en torno a la figura del jefe del Estado y comandante supremo del Ejército.
Para el Gobierno omaní, el aniversario 46 del que aquí definen como Glorioso Día Nacional recordó los impresionantes logros culturales, el orgullo, dignidad, patriotismo y lealtad en aras del progresos, bienestar y seguridad de la nación bajo el liderazgo del sultán.
Tras rememorar el histórico discurso de Qaboos el 18 de noviembre de 1970, en el cual prometió construir un estado contemporáneo, la prensa estatal destacó que cumplió la promesa del 'renacimiento' al hacer que prevalezca la unidad, el desarrollo sostenible en varias esferas y la igualdad.
En el ámbito político-social, el país exhibe también valores de justicia para los ciudadanos, estado de derecho, apoyo a los pilares de un estado institucional, seguridad y estabilidad, así como avances en derechos humanos.
Omán puso en práctica desde 1970 varios programas quinquenales de desarrollo, el primero de los cuales fue de 1976 a 1980, y el noveno es el actual (2016-2020) que aprovecha los ingresos estatales por la venta de gas y petróleo para impulsar el crecimiento en todos los demás sectores.
En base a eso se construyen infraestructuras y se sientan los fundamentos de una economía nacional capaz de mantenerse a tono con los acontecimientos regionales y mundiales, y responder a las aspiraciones de la población, refirió un análisis gubernamental difundido por la agencia ONA.
A fin de sortear los efectos económicos y sociales adversos por el súbito desplome de los precios del petróleo, el gobierno y las organizaciones públicas evaluaron las situaciones para lograr soluciones prácticas que tengan en cuenta varias consideraciones.
Las autoridades descartaron que las adversidades afecten los planes de 'omanización' o empleo, que buscan favorecer a nacionales con programas de adiestramiento y rehabilitación en los sectores público y privado. Entre las medidas adoptadas por el gobierno para compensar la reducción de ingresos petroleros sobresalen el estímulo a inversores locales y foráneos para implementar proyectos estratégicos y productivos de envergadura que diversifiquen los ingresos y activen el crecimiento del sector no petrolero.
Igualmente, llama a activar el rol del sector privado, estimular a pequeñas y medianas empresas, y garantizar el óptimo beneficio del potencial turístico del sultanato y su excepcional ubicación.
