domingo. 05.05.2024

El Rey emprende hoy el segundo de sus viajes de diplomacia económica al Golfo Pérsico. Primero visitará Omán (hasta el jueves) y después Bahrein (hasta el viernes), dos pequeños países petroleros llenos de oportunidades para las empresas españolas. Ambos están gobernados por dos mandatarios muy singulares, aunque completamente diferentes el uno del otro. El Sultán de Omán, Qabús bin Said, a pesar de la larga túnica que viste, de su turbante y de la daga de plata que lleva en la cintura, está considerado como el Monarca más prooccidental del Golfo. Al Rey de Bahrein, Hamed bin Issa Al Jalifa, se le acusó de reprimir con dureza las protestas surgidas tras la primavera árabe, pero fuentes diplomáticas españolas destacan que su país se somete anualmente al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y que el Príncipe Heredero está liderando el proceso de diálogo con la oposición, según informa la periodista Almudena Martínez para Abc.es.

Además de los ministros de Defensa, Fomento e Industria, y el secretario de Estado de Exteriores, acompañarán al Rey los directivos de una veintena de compañías que quieren aprovechar el clima que crea Don Juan Carlos para cerrar operaciones.

Omán es uno de los pocos países del mundo que el Rey sólo ha visitado una vez, en 1985. En aquella ocasión, la Reina se convirtió en la primera mujer que pudo escuchar los himnos desde un pódium en la historia del Sultanato. Esta será, por tanto, la segunda visita oficial de Don Juan Carlos. El Sultán Qabús estuvo en España durante su juventud, cuando aprovechó para visitar en privado la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada, y después regresó en 1989, en viaje oficial.

Quien sí estuvo en ese Sultanato poco antes que Don Juan Carlos fue el Príncipe de Asturias, cuando sólo tenía 17 años. Era la segunda vez en su vida que representaba al Rey en el extranjero y asistió al XV aniversario del reinado del actual Sultán.

Qabús bin Said, de 74 años, amante de la música clásica, los caballos y la lectura, se formó en el Reino Unido (estudió en un colegio privado de Suffolk y en la academia militar de Sandhurst) y viajó por todo el mundo, pero a su regreso a Omán su padre le recluyó en un palacio de Salalah para que se dedicara a la lectura del Corán. Durante su encierro, su madre le facilitaba a escondidas una radio y el diario The Times, que le permitían seguir la actualidad y el conflicto armado que vivía su propio país con los independentistas de la región de Dhofar, fronteriza con Yemen.

Asesorado por agentes británicos, Qabús derrocó a su padre en 1970 durante un incruento golpe de palacio y lo envió al exilio en un lujoso hotel de Londres, donde falleció dos años después tras reconciliarse con su hijo. Con esa acción el Sultán liberó también a su pueblo del estilo feudal de gobernar de su padre, contrario a que sus súbditos se beneficiaran de los ingresos del petróleo para que siguieran siendo unos buenos musulmanes. Durante los 44 años que Qabús lleva en el poder, Omán se ha modernizado, ha experimentado una enorme transformación económica y social y se han dado pasos hacia la democracia.

Lo más llamativo es que Qabús, que está divorciado, no tiene descendencia por lo que existe cierta incertidumbre sobre su sucesión. Al Heredero lo deberá nombrar la Familia Real tras su muerte, pero el Sultán dejará una carta cerrada con el nombre de su elegido por si ésta no llegara a un acuerdo.

A su Reinado se le conoce como el Renacimiento, pero todavía quedan muchos proyectos por hacer en los que España puede aportar su experiencia. Entre estos, la construcción de un ferrocarril (2.500 kilómetros por 6.000 millones de dólares), la ampliación y construcción de nuevos puertos y aeropuertos (7.000 millones hasta finales de 2015), inversiones en petróleo y gas y nuevas concesiones (50.000 millones en diez años), hospitales, la reforma del sector eléctrico, plantas de desalinización y tratamiento de residuos.

El Sultanato está muy interesado en copiar el sistema de Paradores Nacionales y, durante el viaje del Rey, ambos países firmarán un acuerdo de cooperación turística, otro de cooperación en materia de defensa y otro de cultura. Don Juan Carlos también conocerá el gran proyecto de inversión que está desarrollando Omán en el puerto de Duqm, que aspira a convertirse en otro Singapur.

Si hace ocho años sólo había dos empresas españolas con representación en Omán (Técnicas Reunidas y Unión Fenosa), ahora son casi una veintena las que acompañan al Rey en el viaje: Abengoa, Acciona, ACS, Airbus, Assignia, FCC, Ferrovial Agroman, Gas Natural Fenosa, CLH, Lamela, Indra, Ineco, Isolux Corsan, Navantia, Sacyr,Talgo y Técnicas Reunidas.

Bahrein también presenta oportunidades interesantes, como es la construcción de una línea ferroviaria sobre el mar que le una con Arabia Saudí, a la que aspira Ineco, y un puente que una el archipiélago con Qatar.

En la imagen el Rey durante su visita a la Mezquita de Abu Dhabi hace unos días.

El Rey viaja a Omán
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